En el tema de Ucrania, McConnell trata de demostrar que el Partido Republicano no es el de Trump

Washington.— Cuando el ex presidente Donald J. Trump se pronunció en contra de un paquete de ayuda militar y humanitaria de 40 mmdd para Ucrania, comparándola con un erróneo acto de caridad, el senador Mitch McConnell de Kentucky temió que los votos republicanos en contra de la propuesta se fueran acumulando.

Así que, McConnell, quien es un líder republicano, intensificó sus esfuerzos para echar abajo el brote anti-intervencionista en su partido y hacerlo parecer como si se tratara de la seguridad de Estados Unidos el ayudar a una joven democracia a mantenerse en pie entre la agresión rusa y Occidente.

Él hizo un convincente esfuerzo durante su visita a Ucrania, Suecia y Finlandia el pasado fin de semana, en un viaje secreto que dijo pretendía demostrarles a los europeos que el punto de vista de “Estados Unidos Primero” de Trump sobre la ayuda militar y las alianzas no aplicaba a los republicanos del Senado.

McConnell rechazó las voces aislacionistas de su partido, incluso durante la presidencia de Trump, cuando el senador no estuvo de acuerdo con él sobre el tema de retirar las tropas de Siria y los planes de sacar las fuerzas estadounidenses de Afganistán.

Sin embargo, este republicano de Kentucky, también pasó cuatro años permitiendo y protegiendo a Trump, allanándole el camino para que nombrara tres jueces conservadores en la Suprema Corte, redactando la exoneración de Trump en su primer juicio político y rehusándose a aceptar la derrota en la elección del 2020 hasta el último momento posible.

Ahora que ya no está Trump, el esfuerzo de McConnell para reunir apoyo en el Congreso para invertir enormes sumas de dinero estadounidense en la guerra en Ucrania se ha convertido en una especie de lucha de poder con el ex presidente sobre en dónde aterrizará el partido la política exterior.

El líder del Senado surgió de una importante batalla que se dio este jueves sintiéndose reivindicado, ya que sólo 11 republicanos votaron en contra de la ayuda por 40 mmdd, aun ante la oposición de las organizaciones de derecha.

McConnell señaló que esa votación era evidencia de que el impulso aislacionista de su partido se había desvanecido.