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Estados Unidos
sábado, 15 enero 2022 | 23:53
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Debido a que en esta semana se cerró la posibilidad de aprobar una legislación federal para generar nuevas protecciones para tener acceso al voto, los demócratas enfrentan un panorama electoral en el que necesitarán gastar grandes cantidades para registrar y movilizar a los votantes si quieren superar las nuevas restricciones electorales promulgadas por los republicanos en todo el país.
En el 2020, los demócratas tuvieron una asistencia récord a las urnas ganando la presidencia y el control del Senado, después de adoptar políticas que hicieron más fácil votar por ausencia durante la pandemia.
Sin embargo, las legislaturas estatales que están controladas por los republicanos, han promulgado una serie de medidas que deshacen esas políticas, implementando nuevas barreras para votar y removiendo algunas contenciones que frenaron el intento que hizo el expresidente Donald Trump para anular la elección.
Actualmente, la mejor posibilidad que tenían los demócratas para contrarrestar las nuevas leyes estatales se ha esfumado después de que la senadora Kyrsten Sinema, demócrata por Arizona, declaró su oposición este jueves a la estrategia del presidente Biden de levantar el proceso de obstaculización para aprobar dos propuestas de ley para tener acceso al voto que presentó su partido.
Eso hizo enfurecer a los demócratas y los dejó contemplando un largo y arduo año para organizar las elecciones de medio término, en el que ya están enfrentando problemas con los bajos índices de aprobación de Biden, la inflación, redistritación congresista y la persistente pandemia.
Oficiales demócratas y activistas dicen que están resignados a gastar para organizar la manera de solucionar las nuevas restricciones para votar -una posibilidad que muchos consideran con escepticismo, citando la dificultad para educar a las masas de votantes sobre cómo acatar las nuevas reglas.
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