Diario
Estados Unidos
viernes, 04 octubre 2019 | 11:18
Washington.- Aimee Stephens nunca logró ver cómo sus colegas en el trabajo reaccionarían a su transición de género. El dueño de la funeraria donde trabajaba la despidió primero.
Gerald Bostock afirma que todo estuvo bien en su trabajo como trabajador social en Georgia hasta que se unió a una liga gay de softbol, informó The Washington Post.
El instructor de paracaidismo Donald Zarda, fue despedido después de que bromeara con una mujer cuando los dos fueron atados hombro con hombro y cadera con cadera para un salto en conjunto. Él recuerda haber dicho algo parecido a: “No se preocupe, soy gay”.
En estos tres casos se le exige a la Corte Suprema, una vez que comience su nuevo término de sesiones, a que responda a una trascendental pregunta: ¿es legal despedir a alguien por ser gay o transgénero?
Los casos serán discutidos el martes.
El movimiento por los derechos de los homosexuales ha ganado victoria tras victoria en la Corte Suprema, y el éxito del movimiento ha quedado consagrado tras la histórica decisión del 2015, la cual estableció el derecho constitucional al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Pero los líderes de los derechos de los homosexuales dicen que la premisa de “casado el domingo, despedido el lunes” aún sigue siendo una latente posibilidad que muchas personas enfrentan en más de la mitad de Estados Unidos, donde no existe una protección específica para los trabajadores homosexuales o transgénero.