Analiza EU plan centrado en enfermedades mentales y tiroteos

Washington.- La Casa Blanca está considerando una controversial propuesta para estudiar si los tiroteos masivos podrían prevenirse al monitorear a las personas con enfermedades mentales en busca de pequeños cambios que puedan predecir un estado de violencia, informó The Washington Post.

El expresidente de la NBC, Bob Wright, un viejo amigo y asociado del presidente Donald Trump, tuvo una reunión con altos funcionarios, incluyendo el presidente, el vicepresidente e Ivanka Trump, sobre una propuesta para crear una nueva agencia de investigación llamada HARPA para elaborar formas más modernas de abordar los problemas de salud, al igual que DARPA lo hace para los militares, según dijeron varias personas familiarizadas con la reunión.

Los asesores de Wright presentaron una propuesta de tres páginas, llamada SAFEHOME para evitar eventos fatales aberrantes al ayudar a superar ciertos extremos mentales, y que exige explorar si la tecnología, como los teléfonos y los relojes inteligentes, puede ser utilizada para detectar cuándo las personas con enfermedades mentales están a punto de tornarse violentas.

Usando sus conexiones personales con Trump y otros, Wright ha presentado su propuesta de HARPA a la Casa Blanca y al Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, y a varios senadores y miembros del Congreso, según dos personas involucradas en tal iniciativa. El mes pasado, en su campaña presidencial, el ex vicepresidente Joe Biden también abogó por la creación de dicha agencia.

Los tiroteos masivos han alarmado a los expertos que estudian la prevención de la violencia, la tecnología, la psicología y la salud mental.

“Me encantaría que de repente apareciera alguna nueva tecnología que nos ayudara a identificar un riesgo violento, pero hay muchas cosas sobre esta idea de predecir la violencia que no tiene sentido”, dijo Marisa Randazzo, expsicóloga en jefe de investigación del Servicio Secreto de Estados Unidos.

Lo más preocupante, dijo, es que la propuesta se basa en la premisa errónea de que la enfermedad mental está directamente relacionada con los tiroteos masivos. “Todo lo que sabemos de la investigación nos dice que eso juega un papel muy pequeño en el mejor de los casos”, dijo Randazzo, quien pasó una década realizando dicha investigación para el Servicio Secreto y ahora es directora ejecutiva de una compañía de evaluación de amenazas llamada Sigma.