PUBLICIDAD

Estado

Fraccionamiento de Pensiones Civiles

Venta de drogas, prostitución y violencia

De 400 viviendas, sólo 70 son regulares

César Lozano / El Diario

miércoles, 15 julio 2020 | 08:23

Francisco López/El Diario

PUBLICIDAD

Chihuahua— La situación de la colonia Pensiones Civiles se está volviendo insostenible para muchos vecinos que si bien, invadieron las casas, también se dicen dispuestos a llegar a un acuerdo con gobierno para efectuar el pago de las mismas. 

Denuncian que su movimiento lo aprovecharon personas que sólo llegaron para vivir de manera gratuita en esta colonia, donde proliferan la venta de drogas, la prostitución al interior de las casas y la aparición de picaderos. 

Varias representantes de vecinos se reunieron para platicar sobre su situación; afirman tener solvencia para pagar su casa mes a mes y comentaron que el pasado lunes tuvieron una reunión con funcionarios de gobierno, quienes quedaron en darles una solución pronto para depurar la colonia de personas que aprovecharon los espacios para delinquir y llevar una vida alejada del sano entorno familiar. 

Otros vecinos , derechohabientes del sistema de Pensiones Civiles, se dicen perjudicados por esta situación ya que ellos compraron su casa pensando que iba a ser un lugar tranquilo para vivir pero resultó lo contrario. 

Exigen la intervención de gobierno para poner orden y garantizarles seguridad. Al recorrer algunas calles, sobre todo en donde se encuentran las casas que no se alcanzaron a terminar de construir, se observan viviendas vandalizadas, con pintas de pandillas y muchas de ellas con leyendas de “apartada” u “ocupada”. 

En las privadas 2 y 3 y en la calle Ecología es donde acusan mayores problemas de drogadicción, alcoholismo y violencia, áreas invadidas por personas originarias de colonias como Pavis Borunda, Martín López y Punta Oriente que no acuden a las juntas de los vecinos organizados. 

“De hecho nosotros ya tenemos nuestro listado de los que somos el grupo y queremos comprar la casa, o sea, nosotros no nos metimos a robar la casa, nosotros nos metimos para que nos las vendan, entonces nosotros tenemos nuestra lista de quienes somos los que queremos comprar y quienes nomás están viviendo mientras están gratis y perjudicándonos aparte. La mayoría somos más buenos que malos”, aseguraron. 

Las voceras de los vecinos que quieren regularizar la situación del fraccionamiento, quienes pidieron ocultar su identidad por temor a represalias, comentaron que han pedido a gobierno que retire las órdenes de aprehensión contra los invasores que no se niegan a pagar las propiedades, sin embargo, no han recibido una respuesta positiva por parte de gobierno del estado. 

Apenas la semana pasada sostuvieron reuniones con Jorge Alvarado, coordinador jurídico del sistema de Pensiones Civiles del Estado y Joel Gallegos, director de Gobernación de gobierno del estado, de quienes esperan una postura definitiva para comenzar a reconstruir el tejido social de la zona. 

“Aquí la situación se está presentando porque la misma autoridad no accede a vender las casas, entonces sí hay mucha gente que tiene la capacidad de pago, que está dispuesta a pagarlas, sin embargo, también hay mucha gente que ahora sí que está aquí de paso, que no tiene la mínima intención de hacer algún pago y esa es la gente que nos está afectando”, dijeron. 

Dentro de las propuestas para contener el ingreso de personas ajenas al fraccionamiento ofrecieron a gobierno hacer una cooperación entre vecinos para levantar una barda o colocar una malla ciclónica, ya que de esa forma ya han hecho algunas mejoras a la colonia. 

El entorno de la colonia Pensiones Civiles es a simple vista hostil, con casas vandalizadas, con burdas adecuaciones de madera y materiales reciclados en puertas y accesos, pintas de pandillas y sin pavimento. 

Al interior de muchas de estas casas se ejerce la prostitución, hay venta de alcohol clandestino, venta de drogas y refugio de delincuentes que afectan a los vecinos del sector. “El Gobernador no hace nada” señalan vecinos regulares.

De alrededor de 400 viviendas, sólo 70 pertenecen a residentes legales, indicó Pedro Canales, maestro jubilado que adquirió su vivienda por considerar en un principio que se trataría de un lugar tranquilo para vivir. 

“Pues ya ve lo que pasó este fin de semana y otras cosas que se han venido presentando; aquí toda la noche hay movimiento, no hay momento en que no pasen carros, no sé a qué se deberá”, se refiere a la calle Prevención y señala que además hay muchas irregularidades en la venta de las casas porque los precios varían, a pesar de que a ellos los convencieron de adquirirlas ofreciéndoles regalado el terreno, que a fin de cuentas les cobraron a 150 mil pesos. 

“Y esto es por la apatía del gobernador; le ha valido sombrilla todo el problema de inseguridad que ha pasado aquí, hemos estado insistiendo en pensiones y ahí no hacen nada; el que puede hacer es el gobernador. Ya ha habido muchos problemas desde que está esta gente aquí y a ellos (invasores) los han atendido muy bien, han tenido muchas reuniones con él y a nosotros nos han dado atole con el dedo”, señaló. 

Dijo no comprender por qué todas las casas se encuentran habitadas, hasta las que se no se han terminado de construir. 

“Cuando se inició la invasión vinieron muchos reporteros y a ellos sí les han dado oído, que porque tienen hijos y tienen familia, pero… todos tenemos y no por eso tomamos posesión de casas que no son de uno”, concluyó. 

Hasta principios de los años noventa en esta zona se encontraba un campo de tiro y entrenamiento militar, donde ahora hay basureros, tapias y casas construidas de manera irregular. Un punto rojo que las autoridades se resisten a ver, pero sobre todo, a atender. 

clozano@diarioch.com.mx

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search