Estado

Se cumplen 30 años de la visita de Juan Pablo II a Chihuahua

Los ojos del mundo voltearon a esta ciudad y su visita impactó de manera espiritual y social

César Lozano
El Diario de Chihuahua

lunes, 11 mayo 2020 | 09:50

Chihuahua— Ayer se cumplieron 30 años de cuando un millón de personas se recibieron al Papa Juan Pablo II en los campos Limas, de las inmediaciones de la antigua función de Ávalos, al sur de la ciudad de Chihuahua, una visita que generó amplias expectativas de fieles y sectores diversos ante una inminente apertura de México al Tratado de Libre Comercio. 

A bordo del papamóvil, Juan Pablo se dirigió a su cita con los fieles desde el aeropuerto internacional “Roberto Fierro”, donde fue recibido por el gobernador Fernando Baeza Meléndez y diversas autoridades eclesiásticas y civiles, en su calidad de jefe de estado. 

Desde una noche antes llegaron nutridos contingentes de las diócesis de Tijuana, La Paz, Mexicali, Hermosillo, Ciudad Juárez, Madera, Nuevo Casas Grandes, Parral, Diócesis de la Tarahumara, Ciudad Obregón, Sur de Estados Unidos, California y el resto de Estados Unidos. 

El Pontífice llegó al lugar donde celebraría misa a las 10:30 de la mañana, el encargado de darle la bienvenida fue el entonces arzobispo de la Diócesis de Chihuahua, Adalberto Almeida y Merino, quien reconoció la “generosa y eficaz colaboración” de las autoridades civiles para recibirlo de acuerdo a los cánones diplomáticos y por otra parte, como fieles católicos. 

Al descender de su vehículo, Juan Pablo se dirigió a saludar a 30 enfermos ubicados en un lugar especial, casi junto al sitio destinado para obispos, cardenales y el lugar del Papa. 

El padre Gustavo Sánchez Prieto desde entonces ya fungía como vocero de la Diócesis local y confirmó que la cifra de asistentes rebasaba el millón de personas. 

El mensaje del Papa se concentró en la libertad para impartir educación religiosa en el México laico, censura del aborto, clamor por la unidad familiar, respaldo a la niñez y condena al narcotráfico. 

Las reacciones posteriores a favor y en contra surgieron de inmediato, mientras que a nivel social se discutían las relaciones iglesiaestado, sobre todo por parte del PAN, cuyos integrantes a nivel local pedían el reconocimiento jurídico de la Iglesia. 

Por otra parte, el Presidente Municipal Priísta, Rodolfo Torres Medina, un día antes daba a conocer que no había recibido invitación formal para estar presente en el evento del Papa. 

Previo a la llegada del Papa, integrantes del Frente Democrático Campesino (FDC) instalaron un plantón frente a Palacio de Gobierno en demanda de créditos para sembrar, mientras madres de presos políticos encabezadas por Rosario Ibarra de Piedra, hoy titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, solicitaban una audiencia con el líder católico para exponer los motivos de su lucha. 

Ese 10 de mayo de 1990, ese día de las madres de 30 años atrás, Chihuahua atrajo las miradas del país, del continente y del mundo. El Papa llegó, dio su mensaje y se fue dejando en la memoria de muchos esos momentos espirituales inolvidables que impactaron vidas, mientras que en el aspecto social, su visita marcó un parteaguas en las relaciones Iglesia-Estado.

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