Estado

Aparicio: tres años y medio de fracaso

Renuncia comisionado; se incrementaron los delitos durante su gestión

El Diario de Juárez

miércoles, 06 mayo 2020 | 10:31

Archivo | Óscar Alberto Aparicio Avendaño

Chihuahua— En los tres años, siete meses y cuatro días en que Óscar Alberto Aparicio Avendaño estuvo al frente de la desaparecida Policía Estatal Única –que se convirtió el 6 de diciembre de 2017 en la Comisión Estatal de Seguridad (CES)–, fue duramente cuestionado por la falta de resultados e ineficiencia en el combate a la delincuencia en Chihuahua.

De 2017 a 2019, la CES fue además ampliamente vulnerada y blanco frecuente de ataques por parte de integrantes de la delincuencia organizada, principalmente en Chihuahua, Juárez y la Sierra, con saldo de decenas de policías asesinados en emboscadas y enfrentamientos.

Con más de 2 mil 800 policías y dotada con un superpresupuesto que pasó desde su creación de 368 millones 805 mil 335 pesos en el año 2017, a 875 millones 565 mil 719 pesos en el 2019 –un incremento de 137 por ciento en recursos públicos–, la institución encabezada por el hoy excomisionado resultó cara e ineficiente.

Lo anterior al dispararse consecutivamente la comisión de delitos en la entidad, pues Chihuahua se colocó al 31 de diciembre de 2019, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), entre los primeros ocho estados del país con mayor número de delitos denunciados por sus habitantes, con 71 mil 836 averiguaciones.

La tendencia y cifras de homicidios no pudieron contenerse ni disminuirse en esta administración estatal, que del 4 de octubre de 2016 al 20 de marzo del presente año llevaba contabilizados 7 mil 534 asesinatos, cada año también superando las estadísticas rojas.

Las cifras de incidencia delictiva se refieren a la ocurrencia de presuntos delitos registrados en carpetas de investigación iniciadas en las agencias del Ministerio Público y reportadas por las procuradurías y fiscalías generales de las 32 entidades federativas, instancias responsables de la veracidad y actualización de las cifras, indica el citado informe federal.

La tendencia de los delitos con Aparicio al frente de la CES siempre fue al alza, pues en el año 2017 se recibieron 68 mil 819 denuncias y para 2018 subió a 68 mil 898 querellas.

No fue sino hasta enero de este año cuando la Comisión Estatal de Seguridad fue desvinculada totalmente de la Fiscalía General del Estado (FGE) por decreto del Congreso local a iniciativa del gobernador Javier Corral, y pasó a formar parte de la recién creada Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que encabeza actualmente Emilio García Ruiz.

En el sexenio de César Horacio Duarte Jáquez (2010-2016) existía la Policía Estatal Única (PEU), que estaba al mando del general retirado Julián Rivera Bretón, quien fue el primer director y su función era la prevención.

Posteriormente el general fue sustituido en el 2011 por el comisionado Raúl Ávila Ibarra y en el 2014 quedó en la titularidad Pablo Ernesto Rocha.

Al entrar la actual administración panista el 4 de octubre 2016, Javier Corral desapareció la PEU y la convirtió el 6 de diciembre de 2017 en la Comisión Estatal de Seguridad, brindándole apoyo y presupuesto.

En su primer año la CES recibió un presupuesto de 368 millones 805 mil 335 pesos y para el 2018 se incrementó a 634 millones 862 mil 292 pesos.

Según la opinión de analistas, abogados y legisladores locales relacionados al tema de seguridad que fueron consultados previamente por El Diario, la CES fracasó en su misión de brindar seguridad a los chihuahuenses, pues las cifras del “Mapa Delictivo por Entidad Federativa” del Sesnsp colocaron a Chihuahua, además en los primeros tres meses de 2020, otra vez en octavo lugar nacional con mayor número de delitos denunciados por ciudadanos ante las oficinas de averiguaciones previas, con 16 mil 975 averiguaciones.

Aunado al fracaso en acciones y operativos de reacción para combatir a los criminales, algunas investigadas como omisiones por la Inspección de Asuntos Internos de la FGE ubicaron a la CES, junto con sus seis divisiones especiales, en una situación de ineficiencia en la cual mandos de esa institución se vieron involucrados, por ejemplo, en el municipio de Cuauhtémoc en la desaparición de civiles siendo detenidos, procesados y sentenciados los uniformados a más de 25 años de cárcel.

Según declaraciones que hizo el comisionado Óscar Alberto Aparicio el 6 de diciembre de 2017, cuando fue ratificado en el cargo por el gobernador Corral, esa comisión de seguridad fue creada “para potencializar la parte táctica y operativa de la seguridad en beneficio de los chihuahuenses”.

Con las divisiones de Policía Vial, Inteligencia, Operaciones Especiales, Fuerzas Estatales, Fuerzas Rurales y Policía Bancaria, la CES iba a conformar una estructura de prevención estatal que tendría independencia y autonomía de la Fiscalía General del Estado, sin embargo, al paso del tiempo resultó un fracaso.

Entre las deficiencias y operaciones fallidas de la CES hay algunos casos como en Ignacio Zaragoza en 2017, cuando los elementos por instrucciones de Aparicio llegaron hasta con tres horas de retraso para enfrentar a una célula criminal y en otros prefirieron mejor esconderse ante la superioridad numérica de los delincuentes, dejando en la indefensión a los habitantes.

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