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El Secuestro del Papa: Tendenciosa

No todo lo que brilla es oro, no todo lo que reflejan las cintas 'basadas en hechos reales', es verdad

Agencia Reforma

viernes, 19 abril 2024 | 07:01

Zima entertainment | No todo lo que brilla es oro, no todo lo que reflejan las cintas 'basadas en hechos reales', es verdad Zima entertainment | No todo lo que brilla es oro, no todo lo que reflejan las cintas 'basadas en hechos reales', es verdad Zima entertainment | No todo lo que brilla es oro, no todo lo que reflejan las cintas 'basadas en hechos reales', es verdad

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Ciudad de México.- No todo lo que brilla es oro, no todo lo que reflejan las cintas "basadas en hechos reales", es verdad. Habrá quien lo tome como una certeza. Pero es ficción y el director añadirá drama para contar su propia versión.

Veamos si éste es el caso de El Secuestro del Papa.

Bolonia, 1851. Una sirvienta ve a sus patrones, inclinados, susurrando rezos al bebé en la cuna. Queda preocupada. Seis años después, soldados irrumpen en la casa de esa familia para llevarse al niño, Edgardo. ¿El motivo? Fue clandestinamente bautizado.

El filme abarca un caso desconcertante del siglo 19, de cómo un niño de seis años fue arrancado del seno de su familia judía.

Para nuestros ojos del siglo 21, resulta pasmoso que la ley eclesiástica dictaminara, a través de la Santa Inquisición, que todo niño bautizado debía ser educado en la fe católica aún cuando su familia profesara otra religión.

Como ventajas, está la buena ambientación que recrea los peinados, el vestuario, carruajes y utiliza locaciones auténticas.

También resulta muy interesante cómo se retrata los alcances del derecho canónico, los ritos dentro del Vaticano y, en contraposición, la dinámica de una familia judía inserta en un país ultra católico: los Estados Papales.

Se nos da una clase de historia: la Italia de 1850 no era aún una nación unificada, y en ese territorio, como sucede hoy con la Santa Sede, el líder político era el Papa, Pío IX.

Donde empieza a fallar, es al caricaturizar a Pío IX, al que pinta como un tremendo villano. Esto funcionaría si el enfoque inicial hubiera sido la sátira pero eso, y los ex abruptos surrealistas, contrastan con el tono dramático, desdibujando la historia.

Volvemos al inicio: un filme puede tomar prestado de hechos reales, pero finalmente, resultará en la visión del director, aderezada con ficción. Aquí, el resultado no es pésimo (sobre todo en cuanto a que nos motiva a investigar más), pero sí tendencioso. Pudo ser mejor.

EL SECUESTRO DEL PAPA

Dos estrellas y media

Dirige: Marco Bellocchio

Actúan: Paolo Pierobon, Fausto Russo Alessi, Barbara Ronchi

Duración: 135 mins

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