El Paso

Rescatan hogar de Pancho Villa en Duranguito

La Casa Clandestina será transformada en restaurante bar temático de la Revolución Mexicana

Roberto Carrillo / El Diario de El Paso

lunes, 09 diciembre 2019 | 06:00

Cortesía | La vivienda está en remodelación Cortesía | Será transformada en restaurante bar temático de la Revolución Mexicana

Para sorpresa de muchos en esta comunidad, los trabajos de remodelación de la Casa Clandestina de Pancho Villa en el barrio Duranguito siguen su curso luego de que el sitio histórico fue adquirido por un inversionista privado que le ha dado nueva vida al inmueble.

La ex casa del Centauro del Norte en esa comunidad se localiza en el 331 de la calle León, en el Centro de El Paso, y frente a la fachada se ubica una placa otorgada por la Comisión Histórica del Condado de El Paso que le reconoce por su importancia en la historia de la frontera.

“Nos complace informar que la restauración de la Casa de Alijo de Pancho Villa y el edificio a la derecha de la misma está avanzando maravillosamente”, comentó Max Grossman, historiador, catedrático y preservacionista defensor del barrio Duranguito.

“La Casa Clandestina (Stash House) es el único edificio de referencia histórica en Duranguito, pero eso cambiará pronto”, sostuvo Grossman respecto al litigio que busca que otras 12 edificaciones en dicho sector cuenten con la protección oficial al ser agregados al Registro Nacional de Lugares Históricos. (Roberto Carrillo)

El llamado escondite de Pancho Villa en El Paso era propiedad del paseño George Benton, quien facilitó su inmueble a Villa y a su hermano Hipólito durante la Revolución Mexicana, entre los años de 1910 y 1920.

En este sitio los hermanos Villa mantenían su cuartel general, residencia personal, centro de reclutamiento y su escondite de las fuerzas federales del Gobierno mexicano, al otro lado del río. 

El tesoro de Villa

La Stash House o Casa Clandestina sirvió a Villa como centro de operaciones al realizar compra de armas y municiones durante el conflicto armado en México, ante la anuencia del Gobierno estadounidense.

Sin embargo, durante el conflicto el domicilio fue registrado el 9 de noviembre del 1915 por agentes de aduanas de los Estados Unidos, quienes encontraron medio millón de dólares tanto en moneda estadounidense como en monedas de oro.

El tesoro de Pancho Villa, que fue encontrado en este domicilio, se convirtió en una leyenda en las calles de El Paso, ya que además del dinero y el oro, se requisó una caja fuerte que contenía 30 mil dólares en joyas.

A pesar de que el Gobierno de los Estados Unidos confiscó el dinero, oro y joyas, cuando se comprobó la legítima propiedad se devolvieron dichos recursos a la familia de Villa. 

“Gran parte del dinero que entró y salió de México legalmente vino a través de El Paso, a través del sistema bancario federal que teníamos aquí”, comentó por su parte el historiador Bernie Sargent. 

“Teníamos vínculos hasta la Ciudad de México. El Paso era un centro financiero, un lugar de reunión, un lugar para invertir. Era un lugar para buscar futuro, por ello los empresarios vinieron de todas partes a El Paso”, dijo Sargent, quien refirió que Villa era uno de esos visionarios que se estableció en esta ciudad.

Se rompe armonía

Las tensiones entre Villa y los Estados Unidos escalaron a partir del allanamiento de la Casa Clandestina, ya que el Gobierno estadounidense no deseaba que Villa continuara con sus actividades una vez que México contaba con un nuevo presidente en la persona de Venustiano Carranza.

Este hecho fracturó las relaciones entre el Centauro del Norte y los Estados Unidos, y fue uno de los factores que llevaron incluso al ataque armado de las fuerzas villistas a Columbus, Nuevo México en 1916.

“El escondite es solamente un edificio en este vecindario que tuvo influencia en El Paso”, afirmó Sargent sobre los alrededores del Barrio Duranguito, donde el Gobierno local pretende construir una arena deportiva.

Sin embargo, el escondite de Villa se encuentra fuera de los planos donde se pretende construir, aunque dicho proyecto ha sido severamente cuestionado, y en la actualidad libra con grupos preservacionistas una ardua batalla en los juzgados.

Mientras tanto, el escondite de Villa está siendo restaurado.

“Hubo mucha historia, mucha vitalidad en este vecindario en particular. Poder compartir no solo la parte de la Casa Clandestina, sino la parte de la historia del vecindario aquí para el resto del mundo, creo que es importante”, suscribió Sargent.

El plan de convertir dicho inmueble en un restaurante bar ha dado brillo a un inmueble que se había deteriorado por el tiempo.

“Esta casa es en gran medida un diamante en bruto, y en este momento se está puliendo, pero ya está en proceso de finalización”, dijo Sargent.

Aunque no hay una fecha establecida para la inauguración de la Casa Clandestina, el propietario mantiene a buen ritmo la restauración de la propiedad, anunció Enrique Guajardo, dueño del inmueble. 

rcarrillo@diariousa.com

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