Inquietud: crece economía de EU 1.1 % en el primer trimestre

El Paso.- La economía de Estados Unidos se tambaleó en los primeros meses de 2023, creciendo a una tasa anual del 1.1 por ciento, ya que las tasas de interés más altas y la crisis bancaria arrastraron la actividad en todos los sectores.

Las últimas cifras, publicadas el jueves por la Oficina de Análisis Económico, marcan una fuerte desaceleración en un momento en que Wall Street ya se prepara para una recesión, en parte debido a los temores de que los problemas del sector bancario reduzcan los préstamos. En comparación, la economía estadounidense creció a una tasa anual del 2.6 % en los últimos tres meses de 2022.

"La economía se encuentra en una situación muy inquietante y arriesgada", dijo Joseph LaVorgna, economista jefe de SMBC Nikko Securities America. "Todas las medidas prospectivas apuntan a una desaceleración significativa".

Tres años después de la recesión del coronavirus de 2020, la más pronunciada y corta registrada, la economía de Estados Unidos sigue siendo resistente pero inestable. Las empresas están contratando, la gente está recibiendo aumentos y las familias continúan gastando.

Pero las ventas minoristas han caído durante dos meses seguidos, la producción manufacturera se está desplomando y los préstamos bancarios siguen deprimidos. Mientras tanto, las principales empresas como 3M y Gap están despidiendo a miles, y esta semana han resurgido las preocupaciones sobre una crisis bancaria, después de que las acciones de First Republic Bank perdieran la mitad de su valor en un día. Y los formuladores de políticas todavía están lidiando con la inflación, que se ha reducido considerablemente desde los máximos de 40 años, pero aún está por encima de las normas históricas.

Las tibias cifras del producto interno bruto publicadas el jueves, que fueron significativamente más bajas que el 1.9 por ciento del crecimiento anual que esperaban los analistas, solo se han sumado a la tristeza. Los datos informarán a los formuladores de políticas cuando consideren el efecto acumulativo de un año de rápidos aumentos de las tasas de interés, así como la batalla por el techo de la deuda que sacude a Washington. Si el presidente Biden y los republicanos del Congreso no logran llegar a un acuerdo en los próximos meses, los mercados financieros mundiales podrían caer en picada y ejercer más presión sobre la economía.

Aun así, Biden aplaudió el crecimiento reciente y dijo que las inversiones de su administración en manufactura y cadenas de suministro ayudaron a crear un récord de 12.5 millones de empleos en los últimos dos años.

"Hoy aprendimos que la economía estadounidense se mantiene fuerte, mientras hace la transición a un crecimiento constante y estable", dijo en un comunicado el jueves. "Los consumidores estadounidenses continuaron gastando, incluso cuando el ritmo general de crecimiento se moderó".

Pero siguen surgiendo debilidades. La agresiva lucha de la Reserva Federal contra la inflación está obstaculizando gran parte de la economía, incluidas la vivienda y la manufactura. El mercado laboral y el gasto de los consumidores, aunque robustos, se están desacelerando. Y hay temores crecientes de que un retroceso en la disposición de los bancos a prestar podría congelar las inversiones comerciales y la creación de empleo. Muchos economistas predicen una recesión a finales de este año.

"Estamos viendo grietas cada vez mayores en la base económica", dijo Lydia Boussour, economista sénior de EY-Parthenon, que espera una leve recesión en los próximos meses. "El gasto de los consumidores ha sido bastante fuerte, pero el informe es retrospectivo y exagera parte de la fortaleza de los consumidores y de la economía en general. Sabemos que la economía perdió impulso a medida que avanzaba el trimestre, lo que prepara el escenario para un crecimiento más débil".

El gasto del consumidor, que representa alrededor del 70 por ciento de la economía, ayudó a elevar la última lectura del producto interno bruto. El gasto del gobierno a nivel local, estatal y federal, y las exportaciones también contribuyeron al crecimiento.

Pero también hubo obstáculos significativos para la economía, ya que las empresas redujeron el inventario, así como las inversiones en maquinaria, equipos y suministros. Un mercado inmobiliario débil y las importaciones de otros países, en particular electrodomésticos y automóviles, también afectaron al PIB, que mide los bienes y servicios producidos en Estados Unidos.

Aunque hasta ahora los consumidores han estado gastando generosamente, particularmente en salir a cenar, viajar y otros servicios, hay señales de que muchos podrían comenzar a retroceder. La deuda de las tarjetas de crédito está comenzando a acumularse, y muchos estadounidenses se han abierto camino a través de fondos de estímulo relacionados con la pandemia y otros ahorros. Es probable que eso, combinado con la pizca de inflación, frene los planes de gastos a finales de este año. En general, los precios son un 4,9 por ciento más altos que hace un año.

Amazon dijo el jueves que los consumidores están "enfocados en el valor" y buscan estirar aún más los presupuestos" y que hubo “un cambio a artículos de menor precio".