La tasa de inflación anual en Estados Unidos subió hasta el 1.4 por ciento en septiembre de 2020, desde el 1.3 de agosto, en línea con las expectativas y alcanzando el nivel más alto desde marzo, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de ese país.
La inflación ha aumentado constantemente desde que alcanzó el 0.1% en mayo, la más baja desde septiembre de 2015, debido a la crisis del coronavirus.
Aun así, se mantiene muy por debajo del 2.3% en febrero antes de la pandemia.
El costo de los automóviles y camiones usados aumentó (10.3% frente al 4% en agosto), los precios de los vehículos nuevos (1% frente al 0.7%) y los productos básicos de atención médica (0.9% frente al 0.8%) aumentaron más rápido y el costo de la energía disminuyó (7.7% contra 9%).
Por otro lado, la inflación de los alimentos (3.9% frente al 4.1%), la vivienda (2% frente al 2.3%) y los productos básicos de atención médica (0.9% frente al 0.8%) se desaceleró y la deflación se profundizó en la ropa (6% frente al 5.9% ) y servicios de transporte (5.1% contra 4%).
Sobre una base mensual, los precios al consumidor subieron un 0.2%, por debajo del 0.4% en agosto y también coincidieron con las previsiones.
Los precios de los automóviles y camiones usados siguieron subiendo de forma pronunciada y fueron los que más contribuyeron al alza.
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