Cuida a Argentina un ejército de brujas en Copa Mundial

Magali Martínez se dio cuenta que algo estaba mal: el aparentemente invencible astro del soccer Lionel Messi estaba peleando en la cancha de soccer.

Para ella, al parecer tenía un embrujo supernatural que tiene sus raíces en culturas diferentes a lo largo de la historia, “el mal de ojo”.

Así que, Martínez, quien se ha auto-proclamado como bruja y niñera de medio tiempo, se dispuso a trabajar.

Se enfocó intensamente en Messi, y empezó a repetir una oración y esparció un poco de aceite en un tazón con agua. Si el aceite permanecía disperso, él estaba a salvo, pero si se unía en el centro, estaba embrujado.

“El aceite se unió como si tuviera un imán. Me di cuenta que no podría curarlo sola”, dijo.

Utilizó Twitter y le hizo un llamado a sus compañeras brujas de Argentina. “Hermanas, tenemos que sanarlo del mal de ojo, Messi está muy afectado”, dijo. “Necesito su ayuda”.

Miles de personas compartieron su tweet, y muchas dijeron que también eran brujas y se unirían para proteger al chico dorado de Argentina.

Desde entonces, Argentina no ha perdido.

Las casas de apuesta han establecido sus momios, los apostadores han hecho sus apuestas y los expertos ya eligieron a su favorito para el final de la Copa Mundial que será este domingo entre Argentina y Francia, aunque su análisis del enfrentamiento —enfocado sólo en los 22 jugadores que habrá en el campo— no están considerando un comodín: el ejército de brujas de Argentina.

En las últimas semanas, cientos si no es que miles de mujeres argentinas que se consideran “brujas”, han intervenido —en la forma de oraciones, han colocado altares, velas, amuletos y han quemado salvia— para proteger a su querido equipo de soccer del país que va a tratar de obtener su tercer título de la Copa Mundial y el primero en 36 años.

“Nosotras somos como agentes que desde el amor podemos cuidar, proteger y sembrar felicidad”, comentó Rocío Cabral Menna de 27 años, una bruja y maestra de preparatoria en Rosario, la ciudad natal de Messi, quien quema una hoja de laurel que tiene inscrito su pronóstico del marcador en una ceremonia antes de cada enfrentamiento.

“Los jugadores van a competir en la cancha, pero en casa las brujas los estamos cuidando”.