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Vamos
viernes, 30 junio 2023 | 18:22
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En la década de los años ochenta, un programa televisivo declaraba en su intro musical que “en los libros hallarás el tesoro del saber”. A los niños y niñas de esa época, que en gran parte encontraban distracción en la barra televisiva, les llegó un mensaje claro y sencillo: “para ti todo será, si aprendes a leer”.
El programa que transmitía Televisa se apoyaba en divertidos personajes que iban desde una gallina y sus pollitos, hasta un espantapájaros y unos tomates. El tema variaba en cada emisión, pero en sí el contenido era efectivo.
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Ahora son otros los medios a los que los niños tienen acceso, y aunque muchos son de corte educativo, qué mejor que sean en casa, apoyado por padres o tutores, donde empiece a adquirir el hábito de la lectura.
Armando Molina, bibliotecario y cuentacuentos, detalló los beneficios que obtienen los infantes desde que se les leen sus primeros cuentos, o bien, cuando ellos aprenden a leer y son capaces de pasar la vista por las páginas de los libros y descubrir esas historias por sí mismos.
“Estimulas la imaginación, la paciencia, la atención, la tranquilidad también y es una opción a las pantallas. Leer en pantalla tampoco está mal pero siempre va a estar la tentación. En cambio, un libro te exige concentración total para disfrutarlo”, expresó Molina.
Leerles a los más chicos, es decir, a la primera infancia que va desde que son bebés hasta los cinco años, “fomenta un vínculo que va más allá del juego y la satisfacción de necesidades, crea un acercamiento más fuerte”.
En su experiencia como cuentacuentos, dijo que es a partir del preescolar que relatar una historia necesita de más elementos como el juego y el canto, porque la atención es menor y debes ser conciso. No dar pie a tanta distracción.
“El público ideal es el de la primaria, porque si logras capturar su atención participan de lo que están escuchando, es un público que siempre va a estar retándote a que le respondas sus dudas”, agregó.
Los temas que abarca la literatura infantil, apuntó, es universal y diversa, pues los niños pueden aprender en los libros sobre la amistad, la identidad, la aceptación, entre muchas otras cosas.
A la hora de seleccionar libros para los niños, es importante que, si el pequeño aún no lee, prevalezca la imagen sobre el texto; luego éste irá incrementando, pero una buena ilustración nunca estará demás. Es un arte que bien puede acompañar una buena historia.
¡Vamos por libros!
En todas las bibliotecas públicas de la ciudad se encuentra la colección Biblioteca SEP Centenaria, con títulos de reconocidas editoriales como Océano, NubeOcho, Media Vaca, El Naranjo, Kalakandra, Tecolote, entre otros.
La misma colección, comentó Molina, tiene títulos disponibles en versión bilingüe, con textos con español y en lenguas originarias como mixteco, maya, cora, otomí, huave, tzeltal, náhuatl, etc.
Otra colección aconsejada para niños más grandes es A la orilla del viento del Fondo de Cultura Económica, también disponible en bibliotecas.
Algunos libros que podrás encontrar en la Biblioteca del Parque Central
‘El libro de los sentimientos’ de Amanda McCardie
‘Así es la dictadura’ ilustrado por Mikel Casal
‘Toletis. Doce cuentos para niños de 7 a 107 años’ de Rafa Ruiz
‘12 poemas’ de Federico García Lorca, ilustrado por Gabriel Pacheco
‘Paisajes y apariciones’ de H. P. Lovecraft, ilustrado por Enrique Alcatena
Las bondades de la lectura
Fomentemos el hábito de la lectura
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