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Vamos
miércoles, 30 septiembre 2020 | 11:02
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Manuel hizo honor a su lema “Haciendo amigos por el mundo”, ya que se dedicó a conocer la cultura de los distintos países que visitaba, pero sobre todo a las personas, a la comunidad que lo arropaba cuando él llegaba.
En Perú, Cuba y algunos países de Europa, Manuel fue muy apreciado por sus habitantes. Pudo trascender la frontera del clásico viajero y se convirtió en amigo de las personas que a lo largo de 23 años frecuentó.
Así nació ‘Papá Manuel’, un mote que le dieron con mucho cariño los habitantes de esas comunidades que el visitó.
“Él no iba a las playas, a los centros turísticos clásicos, él llevaba al grupo de viajeros a hospedarse con personas, gente pobre de esas comunidades que visitaban. La verdad que lo querían mucho”, comentó José Luis.
Manuel se ganó el reconocimiento porque no se dedicó a vender boletos y que los viajeros tomaran su camino, sino que él los acompañaba y mostraba lo que sus ojos previamente habían admirado, ya que primero hacía un viaje de reconocimiento para tener más claro lo que les iba ofrecer.
Su deseo de conocer a fondo la cultura de los lugares que visitaba y entenderse con sus habitantes, llevaron a Manuel a aprender de excelente forma y en un gran nivel siete idiomas distintos, aunque se podía dar a entender en 12 diferentes lenguas.
Primero fue el inglés y luego vinieron otros idiomas que aprendió, como el ruso, portugués, italiano, francés, árabe y chino.
Manuel aseguraba que no estudiaba para ganar dinero, sino para saber, conocer y compartir esos conocimientos.
(Jesús Rodríguez)
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