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Acompáñalo en cada fase

Ingresar a los diferentes niveles educativos implica cambios y adaptaciones en los niños, prepáralo para cada etapa

Brisa Frías / El Diario

viernes, 30 junio 2023 | 18:26

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El sistema educativo divide la escolaridad en distintas etapas que suponen transiciones y cambios importantes en la vida escolar del alumno. 

La segmentación de la escolaridad en dichas etapas tiene su base en las divisiones que se realizan en psicología evolutiva, que estudia los cambios en la mente a lo largo de la vida; es decir, cada una de las etapas que se dan a nivel escolar está relacionada con las fases del desarrollo. 

En ese sentido, el Marco curricular y Plan de estudios 2022 de Educación Básica Mexicana indica que, como parte de los aspectos de transformación curricular, el programa está dividido en seis fases, en las cuales se dividirán a los alumnos por edad.

Esto en papel queda claro y supone una organización coherente que define bien el aspecto educativo, sin embargo, es importante acompañar en cada una de estas fases a los estudiantes, sobre todo en los cambios que representan su pase de preescolar a primaria, y de primaria a secundaria.

¡A la primaria!

Cuando un niño en edad preescolar va por primera vez a la escuela, también será su primera experiencia fuera de casa (entiéndase esto si el pequeño no fue a estancia o guardería).

Y si bien durante ese tiempo hizo amigos, jugó, entendió las reglas básicas de la socialización y se amoldó a una dinámica, ahora que vaya a la primaria se encontrará, en términos académicos, con un trabajo más metodológico, pues tendrá un lugar fijo en el aula, se hará responsable de sus útiles escolares, incluso el horario será más amplio.

Ante este panorama, la psicóloga clínica Claudia Ramírez apuntó importantes detalles que los padres deben tener en cuenta para hacer la transición más satisfactoria.

“De inicio he visto que los que sólo fueron un año a preescolar tuvieron más dificultad que los que cursaron los tres años completos. A veces los padres dicen ‘es que está muy chiquito’ y no los llevan desde primero al kínder, pero luego cuando entran a la primaria es más conflictivo para los niños adaptarse, hacerse a la idea de que van a seguir yendo a la escuela, porque en su cabecita es ‘ya se acabó”, comentó Ramírez.

Para el pequeño, dijo, ir a la primaria implica estar más tiempo fuera de casa, con la sensación de que sus padres lo van a dejar ahí, además que se puede sentir extraño con otros niños que no son los mismos del preescolar, “parece que fuera una situación normal y tranquila, pero no lo es. Es un cambio”.

“Por el contrario, a los niños que cursan los tres años de kínder se les anticipa la dinámica, ya saben que van a cambiar de grupo, de maestro, entonces les vas dando cierta orientación de cómo va hacer el asunto aquí”.

“También es importante que los papás sepan cómo verbalizar la situación, no es ‘ya terminaste’ porque lo asumen literal y pueden pensar que volverán a casa y ya nunca volverán a la escuela. Es mejor decirles ‘felicidades, lograste una meta, ahora vas a seguir estudiando’, y esto puede ser en vacaciones, aprovechar ese periodo para irlo preparando”.

El tono en que se hable de esto con los niños debe ser positivo, alegre, que refleje lo emocionante que será tener nuevos maestros y nuevos amigos.

Ramírez aconsejó llevar al estudiante el día de la inscripción o durante el ‘open house’ de la escuela, de manera que conozca las instalaciones y vea los primeros rostros que luego le serán familiares.

“Eso le evitará angustia. Si sabe que mamá o papá conoce ese lugar, se sentirá seguro”.

¿Y en secundaria?

En esta etapa hay varios factores importantes que atender porque también estará viviendo la transición de la niñez a la adolescencia, pero básicamente la especialista indicó que deberá observarse cómo fue la socialización del niño en la primaria, si tuvo amigos, si fue un niño retraído o si lo reprendieron. “Estos antecedentes son importantes porque dependerá de eso la orientación que habrá que darle”.

“Si un niño en primaria tuvo reportes por comportamiento, esto pudo haber afectado el autoconcepto y podría empezar a percibirse como un niño problema. Es importante decirle que ahora empezará una nueva historia, que tendrá amigos diferentes y que su comportamiento puede ser diferente”.

Transmitirle confianza será primordial, anotó Ramírez, así que sería bueno hacerle saber que, como él, otros estudiantes llegan sin conocer a nadie, en igualdad de circunstancia.

Respecto a las señales que el chico podría dar de que algo lo está afectando, dijo que cada uno es diferente y los padres sabrán identificar los cambios, para lo cual aconseja estar alertas, y siempre dejarles saber que pueden confiar en ellos para lo que sea.

En general, es importante que los padres estén involucrados durante el tiempo de escolarización de los hijos y que mantengan una buena comunicación con el centro educativo. Para ello, se aconseja lo siguiente: 

  • Transmitir a los hijos seguridad, alegría y confianza.
  • Prestar mucha atención al estado de ánimo general de los hijos especialmente las primeras semanas de clase.
  • Celebrar su avance académico.
  • Mantener una rutina. Respetar horarios, reglas, consecuencias.
  • Apostar por tiempos de juego y socialización de calidad.
  • Fomentar la lectura y escritura como algo divertido.

Fuente: Claudia Clementina Ramírez/Maestra en Psicología clínica y psicoterapia/Carlos Villarreal 2543. Colonia Margaritas

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