Temblor y virus a días de Semana Santa

• Temblor y virus a días de Semana Santa

• Gobernador ni para protestas ni austeridad

• El impacto será de 300 millones o más 

• Tiene apenas un like en 14 horas (imagen)

Primero la incredulidad. Ciudad Juárez no es la Ciudad de México. Aquí no tiembla. Después la asimilación de que el suelo, el carro, la silla, la cama, se están moviendo. 

Puede ser ocasionado por la vibración de un tráiler cerca, una rutera, maquinaria trabajando, o hasta los supersónicos vuelos militares del vecino Fort Bliss. Uno o dos segundos de análisis. Tampoco.

Ese montón de reflexiones y de hipótesis cruzaron a velocidad luz por las mentes de miles de fronterizos que en Juárez y la región de El Paso sintieron el temblor de 4.7 registrado ayer antes de las nueve y media de la mañana. Tras el pasmo, el miedo.

Lo que nos faltaba. Estamos apenas por conocer los alcances reales del coronavirus en la región cuando llega un sismo a zonas de sismos conocidos sólo en CDMX, Japón, parte del Medio Oriente... Nueva Zelanda.

Material de sobra para los teólogos y la gente de religión. Muchas coincidencias para la víspera de Semana Santa. Inevitable la polémica correspondiente.

Son llamados, en efecto, pero para la previsión objetiva, la preparación, la solidaridad y la acción firme y coordinada del Gobierno. El coronavirus mantiene bajo amenaza a la región pero sus daños por fortuna se han reducido a lo económico.

Son pocos los gobiernos estatal y federal para las circunstancias, así que corresponde tomar el liderazgo al Gobierno municipal para coordinar a la sociedad e impedir la dispersión del virus y que el desempleo ocasionado por la cuarentena deje sin alimentos a las familias juarenses... o peor aun, que la falta de ingresos se convierta en disturbios sociales.

Es similar con el sorprendente sismo. Por suerte no pasó del asombro y del tremendo susto. Decenas de personas debieron salir de oficinas y hasta de casas ya sea por evacuación propia u obligada. Buscaron hasta por instinto la seguridad de la calle.

Los bomberos se movieron rápido y algunos otros cuerpos de rescate, pero quedó en lo evidente que ni sociedad ni Gobierno estaban preparados ni por asomo para situación semejante.

Para el futuro no podremos decir que no hubo aviso. Ahora la región deberá estar preparada de manera permanente... ¡para eventuales sismos!

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Javier Corral se fue a la Ciudad de México y dejó a los chihuahuenses con dos grandes hogueras y otros dos asuntos importantes de supuesto seguimiento en casa.

Es el coronavirus el asunto prioritario innegablemente. El Estado sigue sin dar pie con bola frente a la necesidad de medidas contingentes más allá de un manifiesto de cuarentena rabón y hasta ilegal.

Otro tema tiene que ver con la decisión de Conagua por abrir válvulas de la presa La Boquilla para “pagar” agua a entidades vecinas bajo un tratado viejísimo que afecta a decenas de miles de agricultores de la región centro del estado, el nacionalmente famoso Distrito de Riego 05.

La violencia estalló con carreteras tomadas, vehículos incendiados y personas lesionadas; provocado todo por promesas incumplidas de autoridades estatales y federales. No abrirían las válvulas. Convenientemente Corral tomó ayer muy temprano uno de los aviones del Estado y se desapareció.

El miércoles por la noche anunció Corral que presentaría el segundo plan de austeridad de su régimen, éste para enfrentar el coronavirus. Entendemos que por no haber cumplido el primero, no quiso detallar el segundo. Mejor se fue.

También fueron generadas expectativas sobre el anuncio de un juicio político contra juzgadores federales por haber “salvado” de sus policías y de su cárcel al magistrado penal Jorge Ramírez. Corral y su consejero jurídico, Jorge Espinoza, llamaron corruptos a los jueces de la Federación.

Parece que fue de los dientes para afuera. No supimos de acción alguna al respecto.

Chihuahua sigue necesitando gobernador. No hay ni para un tentempié, dicho en frase gastronómica.

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La Tesorería Municipal se prepara para el impacto que tendrán en las finanzas de la ciudad las medidas que anunció el independiente Armando Cabada.

La baja en la actividad económica, que va aparejada con la crisis sanitaria, de por sí le representa un fuerte golpe a los ingresos del Ayuntamiento; aquí se contempla desde una caída en la inversión general hasta los cobros por espectáculos públicos que ya no podrán realizarse.

Las acciones que habrá de tomar la autoridad, por otra parte, le van a pegar con más fuerza a la caja del dinero.

La suspensión de ejecuciones de embargo, los descuentos al 100 por ciento de recargos al Predial y al Impuesto sobre Traslación de Dominio, más la reducción de las multas incluso graves que aplica la Coordinación de Vialidad -a excepción de los choques- resultan en una baja superior a cualquier estimación contemplada en la Ley de Ingresos.

Esas medidas son las de un bloque orientado a darle seguridad jurídica a las familias de menores ingresos.

Adicionalmente se contemplan descuentos a la mitad en las licencias de funcionamiento de todos los negocios, así como en los permisos de construcción y manifestaciones de impacto ambiental. 

Este otro bloque de acciones se orienta a contrarrestar la previsible recesión y freno a las inversiones en la ciudad.

Si bien no afectan el grueso de los principales ingresos de la ciudad, sí le pegan a algunos de los rubros secundarios importantes. Las afectaciones aún no se calculan con toda la precisión que demanda la crisis, pero rondan los 300 millones de pesos de las finanzas públicas.

Son ingresos que no tendrá el Ayuntamiento, pero sí se quedarán con ellos los contribuyentes, cuando menos. Serán un paliativo importante a los daños actuales y futuros que dejará la contingencia, aunque seguramente insuficientes para la mayor parte de la población.

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Apenas un like en Facebook en 14 horas es muy mal indicador para alguien que se precia de ser un personaje de la política local. Es lo que tiene Leticia Ortega, quien desde principios del mes no ha cesado de promover su informe en medio de la pandemia.

El suyo no ha sido propiamente un buen papel, pero de todos modos la síndica juarense pidió la contemplen como aspirante a senadora dentro de Morena.

No, no es chiste. Ya que pasó su deslucido informe como síndica, Ortega Máynez reveló a sus allegados la intención que tiene. Para ello debe planear bien cómo se habrá de meter a una contienda interna que ni siquiera comienza, la de 2024. 

Para llegar a su meta la funcionaria municipal pretende incidir en la estructura de su partido, donde las peleas sectarias son el pan de cada día.

Le apunta alto, a la dirigencia estatal. Para ello está preparando sus cuadros dentro de la misma Sindicatura municipal, a fin de poder jugar en el relevo que habrá de darse en algunas semanas... o meses, a raíz de la paralización de actividades a la que está llevando la contingencia.

En Morena creen que está muy difícil tomar la liana desde su oficina a una candidatura, aunque ella jure que le toca por derecho y trayectoria. Los números de su red social parecen decir lo contrario, por más que intenta hacer campaña.