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Opinión

Equipamiento urbano: foco rojo tendiendo a negro

Uno de los principales dolores de cabeza que tienen las autoridades tanto a nivel federal, estatal como municipal es la dotación de equipamiento, servicios públicos e infraestructura tanto en su cobertura territorial como en suficiencia

Elvira Maycotte
Escritora

miércoles, 01 diciembre 2021 | 06:00

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Uno de los principales dolores de cabeza que tienen las autoridades tanto a nivel federal, estatal como municipal es la dotación de equipamiento, servicios públicos e infraestructura tanto en su cobertura territorial como en suficiencia. Triste, muy triste es decir que ningún tipo de equipamiento cumple con al menos con una de estas condiciones: si hablamos de escuelas, o quedan lejos de donde se les necesita, quedan áreas del municipio sin cubrir, o no hay cupo suficiente, esa es la historia año tras año. No hablemos del tema de la salud porque ya sabemos que la situación está para llorar. ¿Y las guarderías? ¿Los centros de cuidado para los adultos mayores? Centros deportivos, áreas verdes… Las oficinas de servicios públicos no están muy bien que digamos: algunas dependencias apenas empiezan a descentralizarse y en cuanto a infraestructura, cuando hay, en la mayor parte de las zonas las condiciones por mucho no tienen las condiciones adecuadas: ¿calles? ¿Transporte público? ¿Red sanitaria y de agua potable? ¿Alumbrado público? ¿Acceso a internet?... ¿Seguimos? De todo hay muy poco, y muy lejos.

Esta problemática es muy reconocida por todos porque cuando no nos vemos afectados por una ausencia de equipamiento, nos afecta la calidad, carencia o falta de suficiencia de otro. Durante la etapa de participación de la comunidad en el proceso de la elaboración del Plan Municipal de Desarrollo Urbano Sostenible 2020, PMDUS, se preguntó sobre las principales problemáticas que se tienen a nivel municipal, ciudad y barrial. Como respuestas, después de la seguridad, la segunda problemática que la población refirió fue precisamente la insuficiencia y, más aún, la carencia de equipamiento urbano en estos tres niveles: tanto a nivel municipal, es decir, incluyendo las localidades urbano-rurales y rurales que son parte del municipio de Juárez, a nivel ciudad, esto es, en la cabecera municipal que es Ciudad Juárez, y a nivel barrial o de las colonias. 

Mas los problemas no surgen de manera espontánea: los ciudadanos refirieron que las causas que dan lugar a toda esta madeja de problemas es la reglamentación urbana que tiene parámetros que no favorecen superficies de donación aptas y suficientes, y la falta de coordinación de los tres niveles de gobierno en la gestión de recursos: en otras palabras, reglamentación urbana no pertinente, lo cual nos lleva a la necesidad de replantear el sistema normativo aplicable en el corto plazo.

¿Por qué es necesario hacerlo lo antes posible? Porque existen no pocos sectores de la sociedad que no alcanzan su desarrollo integral y ven disminuida su calidad de vida en términos de su salud y educación, lo cual finalmente limita sus oportunidades laborales y aún de la conservación de la vida misma. Importante es también la realidad que vivimos producto de los enfrentamientos y contextos diferenciados entre los grupos sociales y la amplia brecha de desigualdad que caracteriza a nuestro municipio

Por ello, el segundo objetivo particular del PMDUS, establece “Consolidar subcentros urbanos garantizando la cobertura y suficiencia del equipamiento, servicios públicos e infraestructura a nivel municipal, ciudad y barrial, así como la atención a grupos vulnerables, para facilitar la realización de las actividades cotidianas de la población, procurar el desarrollo humano, el derecho a la ciudad y la justicia social”.

Obviamente, se establecieron metas: la primera, para los siguientes cinco años, es ampliar la cobertura en 40 por ciento respecto al déficit de 2020, con la finalidad de facilitar a la población la realización de las actividades cotidianas, promover el desarrollo integral de la sociedad y abatir la brecha entre grupos sociales. La segunda meta es ampliar la cobertura de los equipamientos en 80 por ciento para el año 2030 respecto al déficit que hubiera en el 2025. Para monitorear los avances será menester medir, por ejemplo, el presupuesto destinado a equipamientos; porcentaje de cobertura de servicios básicos e infraestructura, metros cuadrados de áreas verdes por habitante; las instalaciones culturales y deportivas, el número de camas en hospitales, el número de médicos y enfermeras y la derechohabiencia en el IMSS, todo esto por cada 100 mil habitantes.

Así que, razones para trabajar en este rubro son muchas y el tiempo para hacerlo es ahora; con solo darnos una vueltecita por el norponiente, el poniente, el surponiente, el suroriente, el centro y las localidades rurales podemos ver las carencias y sus efectos, y con hacer unas cuantas preguntas podemos constatarlo.  

 

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