Opinión

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Arrastró el colmillo AMLO por Chihuahua

Loera, como siempre, es el único en las giras de AMLO por Chihuahua que se mantiene muy cerca del presidente. Ahora no fue la excepción, para temor de sus opositores hacia la gubernatura 2021

LA COLUMNA
de El Diario

lunes, 30 septiembre 2019 | 06:00

• Arrastró el colmillo AMLO por Chihuahua

• Deberán aclarar los Camargo y los Álvarez

• Mafia aduanera viene desde Gobernación

• El zarpazo fallido de un ‘primor’ en la CIRT

Su larga trayectoria política iniciada en Tabasco hace casi 50 años se ve reflejada en todas sus giras. La del fin de semana por Allende, Guachochi y San Juanito no fue la excepción.

El momento de la anécdota memorable de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador fue en Allende, cuando luego de echarle unas cuantas flores al gobernador Javier Corral, le mandó unas indirectas por demás directas.

El presidente levantó los aplausos cuando lanzó sus críticas a los funcionarios que usaban helicópteros oficiales “hasta para ir a jugar golf”.

Se refería a los funcionarios federales de sexenios pasados, pero hablar de golf y aeronaves en Chihuahua es imposible que no se tome como referencia al mandatario que prefirió cinco años de vacaciones gordas que ponerse a gobernar.

O sea que López Obrador primero con las flores puso un digno ejemplo de la ortodoxia política mexicana; inmediatamente después le recetó una dosis doble de la cuarta transformación.

De ahí en fuera la gira de sábado y domingo estuvo muy limitada en cuanto a novedades, pues la supervisión de los hospitales rurales IMSS-Bienestar ha provocado que el jefe del Ejecutivo federal llegue con discursos muy repetitivos.

Lo más importante que podrá salir de esta visita, por cierto, podría ser la inversión –mediante un pellizco presupuestal gestionado con el presidente– para terminar uno de los hospitales inconclusos en Juárez y otro más del Issste en Delicias.

Pero ya será el superdelegado Juan Carlos Loera quien anuncie en las siguientes horas la ruta para cumplir estos compromisos presidenciales.

Loera, como siempre, es el único en las giras de AMLO por Chihuahua que se mantiene muy cerca del presidente. Ahora no fue la excepción, para temor de sus opositores hacia la gubernatura 2021.

El senador morenista Cruz Pérez Cuéllar hizo lo que pudo para tratar de brincar una valla por Allende pero no alcanzó de AMLO más de unas palmadas y el vas muy bien, pero hasta ahí.

Javier Corral, el gobernador, se pasó la gira chateando en su celular; no mienten las fotos en la versión digital de La Columna.

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Explicación precisa y detallada deben este lunes a los chihuahuenses el notario Camargo y los particulares Álvarez Chabre-Trejo Parra.

Los involucró el gobernador Javier Corral Jurado en un acto que tiene todas las características de delictivo, como ha sido el despojo de un terreno a un particular. No hablamos de un asunto particular, hablamos de una maniobra con toda la connotación pública, todo el poder del Gobierno.

Corral usó un programa de televisión en calidad de gobernador, pagado con recursos públicos, y usó el nombre del notario y de los particulares para sostener ante los chihuahuenses como legal la adquisición de ese predio. Hasta presentó un supuesto contrato de promesa de venta.

El Diario ha probado que no hay registro oficial de esa operación inmobiliaria pero la mayor sorpresa es que han aparecido los dueños y han corroborado cada dato de los publicados por este rotativo y su versión digital.

Son pruebas suficientes para la configuración de uno o varios delitos.

La corrupción en el corazón de Palacio.

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Los sabuesos de la 4T han detectado un vínculo de la mafia de las aduanas con la Subsecretaría de Gobernación que le fue encargada a Ricardo Peralta cuando Zoé Robledo fue enviado al IMSS, tras la renuncia del expanista Germán Martínez Cázares.

Resulta que el subsecretario fue un alto funcionario del Servicio de Administración Tributaria y de la Administración General de Aduanas en los tiempos priistas, pero Morena lo salvó del mal camino. Eso fue poco antes de comenzar el sexenio actual.

Para más señas, Peralta es señalado como operador en la mañosa ampliación del período de gobierno de Jaime Bonilla, morenista electo gobernador de Baja California por dos años, pero que logró una sospechosa votación en el Congreso del Estado para tener tres añitos más. Le cayó el mundo encima y para atrás los fielders pero el cochinero está registrado.

¿De dónde saldrían los recursos para comprar votos de diputados del PAN y Morena en aquella entidad, a favor de ampliar el mandato de Bonilla? Las pistas apuntan a las aduanas de buena parte de la frontera norte.

Muy cercanos al subsecretario aparecen también pájaros de cuenta que han pasado como administradores o subadministradores de la Aduana de Ciudad Juárez con apellidos como Soria Amador, Miramontes Armenta y Humberto Jiménez.

Todos en su momento, entre 2015 y 2018, enfrentaron señalamientos de corrupción, de cobrar cuotas al contrabando de todo tipo de mercancías y dejar pasar hasta elefantes de forma ilegal, siempre que hubiera pago de por medio.

En esas investigaciones que van más allá de lo ocurrido en Baja California, surgieron indicios de que las aduanas del país tienen su precio. La de Juárez es de las más caras, tasada entre 500 mil y el millón de dólares al mes.

Todo surgió por el caso Bonilla y la llegada a Gobernación de Peralta, quien conocedor de la estructura del SAT, Aduanas y Hacienda, desde Bucareli tiene más control de esas áreas que el propio titular de cada ramo.

Lo preocupante es que las conclusiones apuntan a que la estructura mafiosa de Aduanas está intacta, pese al cambio de administradores que se dio a la llegada del nuevo Gobierno.

Habría que preguntarle a la titular actual en Juárez, Norma Deidré Bazán, qué tal le ha ido con el combate a la corrupción que anunció a su llegada a la Aduana.

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Esta semana fueron rebasadas las 6 mil 100 firmas a favor de que se realice el plebiscito sobre el proyecto Juárez Iluminado. Se requerían sólo 5 mil 422, así que ya va el 111 por ciento.

El pasado fin de semana quedó cerrado el plazo para la colecta de firmas en el caso del plebiscito para la ciudad de Chihuahua; en el caso de la frontera el cierre será el sábado cinco de octubre.

A partir de ahí el Instituto Estatal Electoral convocará a una sesión para validar o no el respaldo ciudadano.

La verdad no tiene vuelta de hoja, prácticamente cada firma es validada desde el momento en que se carga al sistema, así que la resolución a lo mucho quitará dos o tres garabatos, algún duplicado por error y listo.

Lo bueno vendrá después de la sesión que se define el fin de semana. Los consejeros que encabeza Arturo Meraz González no encuentran la cuadratura al círculo. Apenas tienen presupuesto para cerrar el año y la organización de estos plebiscitos conlleva un costo, relativamente elevado.

Deberán buscar, por lo tanto, fundamentos legales para pasar al año próximo el ejercicio. A los alcaldes Armando Cabada y Maru Campos ya les dijeron que este año no sale, ni de chiste, y que para el otro se logrará solamente si Gobierno del Estado accede a darle mayor presupuesto al IEE, que por cierto en este aspecto es donde muestra su grado de autonomía.

Así que el escenario se pone por demás complicado para programar el ejercicio del año próximo de los alcaldes, tanto en materia administrativa por este nivel de incertidumbre, como en materia política.

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Hace unos días fue reunión anual de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión-Delegación Chihuahua, en la capital del estado.

En el encuentro el empresario radiofónico y político en reserva oriundo de Cuauhtémoc, Israel Beltrán Montes, trató de dar un zarpazo para arrebatarle la presidencia de la CIRT a Ricardo Boone Salmón.

De manera sorpresiva el exlegisador priista de Cuauhtémoc pretendió una contienda por dirigir el gremio, cuando ya había acuerdo y estaban decididos todos a favor de Boone. En eso no había vuelta de hoja.

Mal informaron a Beltrán o de plano ya se le cayó el colmillo, pero sólo hizo el papelito en público delante de los concesionarios del espectro radioeléctrico de toda la entidad, convocados con determinada orden del día, después de diálogos previos para sacar los trabajos de la reunión anual.

Detrás del también exalcalde cuauhtemense –que en sus períodos sin cargo público se vuelve una piedra en el zapato de alcaldes, diputados y senadores que no sean de sus afines– estaban manos morenas, juarenses por cierto.

Esas manos han convertido a Beltrán en uno más de los “primores” que, desamparados o sin vigencia en el tricolor, buscan oxígeno en Morena.

Esta vez lo convencieron de buscar el control de la primera cámara empresarial que estaría al servicio de la 4T, pero les falló el cálculo o no contaron con que Boone mantendría la institucionalidad, a pesar de su también marcada afinidad tricolor.

Notas de Interés

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