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Opinion El Paso

Texas el más reciente en enfrentar a EU: buena suerte

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Ruben Navarrette Jr./The Washington Post

domingo, 21 enero 2024 | 06:00

San Diego— Llegó el momento de enfrentarse con Texas. El presidente Biden necesita demostrarle al Estado de la Estrella Solitaria quién es el que realmente manda.

Nota: De acuerdo a nuestro sistema federalista de gobierno, no son los estados los que tienen el mando.

Eso es especialmente cierto a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, en donde los republicanos de Texas están provocando problemas –con consecuencias mortales.

La Constitución es clara acerca de cuál jurisdicción es la que dice la última palabra. La Cláusula de Supremacía, Artículo VI, Cláusula 2, establece que la Constitución, las leyes federales y los tratados internacionales representan la “Ley Suprema de la Tierra”, que tiene prioridad sobre las leyes estatales en conflicto.

Es verdad que la Décima Enmienda le otorga poder adicional a los estados y a las personas. Pero eso se refiere únicamente a poderes “no delegados a Estados Unidos por la Constitución ni que estén prohibidos por la misma a los Estados”.

Y la Constitución –en el Artículo I, Sección 8, Cláusula 4, delega explícitamente al Gobierno Federal el poder de establecer “una Regla de Naturalización uniforme”.

Es el Gobierno Federal, y no los estados, el que está a cargo de la política de inmigración. Eso incluye el control de las fronteras y puertos.

Eso debería sonarle una alarma al procurador general de Texas Ken Paxton y al gobernador Greg Abbott.

Cuando los republicanos están a cargo de la Casa Blanca, son grandes fanáticos del federalismo. Durante la administración Trump, el procurador general Jeff Sessions fue tras California por sus políticas “santuario”, independientemente de los inmigrantes ilegales y se enfrentó con Colorado después que ese estado legalizó la mariguana medicinal.

Ahora, Paxton y Abbott están argumentando desde el otro lado de la mesa. Básicamente están afirmando que la doctrina de los derechos de los estados incluye tomar el control de parte de la frontera entre Estados Unidos y México.

La Guardia Nacional de Texas tiene órdenes de no permitir que agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos tenga acceso a las 2.5 millas de frontera cerca de Eagle Pass –un área que incluye el municipio de Shelby Park– y lo ha bloqueado.

De acuerdo a reportes de los medios de comunicación, la semana pasada, a agentes de la Patrulla Fronteriza que trataron de ayudar a una mujer y dos niños que intentaban cruzar el río, la Guardia Nacional de Texas les impidió entrar al parque.

Los migrantes se ahogaron y fueron identificados como Victerma de La Sancha Cerros de 33 años, Yorlei Rubí de 10 años y Jonathan Agustín Briones de la Sancha de 8 años.

Sería injusto atribuirle la responsabilidad de esas muertes únicamente a Paxton y Abbott, pero es innegable que su ridícula estratagema contribuyó a esa tragedia.

¿Estos dos texanos realmente piensan que para enfrentar al gobierno federal y anotarse puntos políticos en casa, han diseñado un plan único que a ningún otro político oportunista se le haya ocurrido antes?

Cuando un estado trata de medir fuerzas con el gobierno federal, éste puede aplastarlo como a un insecto. Eso es el federalismo.

Sólo hay que ver cómo les fue a los estados sureños al tratar de preservar a Jim Crow durante el movimiento de Derechos Civiles: no muy bien.

Sin embargo, la administración Biden ha exigido que los oficiales de Texas les den acceso a los agentes de la Patrulla Fronteriza al Parque Shelby.

De acuerdo a Dallas Morning News, Paxton respondió con una carta que fue verdaderamente bizarra. Reconoció que la Patrulla Fronteriza tiene, de acuerdo a la ley, el derecho al acceso al suelo de Texas, dentro de 25 millas de la frontera.

Aunque Paxton insistió en que el acceso existe “con el propósito de patrullar la frontera y evitar la entrada ilegal de extranjeros a Estados Unidos”.

Dijo que la ley no aplica en este caso porque la administración Biden “no está tratando de impedir la entrada ilegal de extranjeros”.

¿Es cierto eso? Díganselo a los cientos de miles de personas que –de acuerdo al Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos– fueron deportados durante el año fiscal del 2023 por el Departamento de Seguridad Interna.

Imagine a Paxton como abogado defendiendo a un ladrón de autos. Él podría argumentar “Qué importa que el auto haya sido robado, porque el dueño no lo estaba usando”.

Para aquellos que llevan la cuenta, los republicanos del Estado de la Estrella Solitaria se han quejado mucho de que la administración Biden no está cuidando la frontera.

Ahora esos mismos republicanos de Texas están impidiendo que los oficiales que aplican la ley y que trabajan para la administración se acerquen a la frontera.

Es verdad que todo es más grande en Texas, especialmente lo absurdo.

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