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Opinion El Paso

Los demócratas pueden tener esperanza, pero una condena de Trump no convencerá a sus simpatizantes

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Ruben Navarrette Jr. / The Washington Post

domingo, 28 enero 2024 | 06:00

San Diego— Muchos de mis amigos demócratas no están preocupados acerca de la revancha entre los presidentes –el actual y el anterior.

Aunque no son optimistas acerca de las posibilidades que tiene el presidente Joe Biden de reelegirse, tomando en cuenta los sondeos, ellos tienen confianza en que el ex presidente Donald Trump será su propia perdición.

No les molesta depender del sistema de justicia penal para que haga lo que ellos no pueden hacer por sí mismos: mantener alejado a Trump de la Casa Blanca.

Su conclusión es que, si el ex presidente es condenado de uno de los 91 cargos que enfrenta en cuatro casos penales, la condena será suficiente para convencer por lo menos a algunos de sus simpatizantes de abandonarlo.

Yo no lo creo. Los acólitos de Trump no se asustan tan fácilmente. La avalancha de acusaciones se está acumulando y a ellos les parece que eso ha ayudado a Trump, en lugar de afectarlo.

Eso podría explicar por qué el candidato favorito del Partido Republicano ha incorporado sus comparecencias ante la corte a su campaña. Al parecer, está utilizando los procedimientos legales en su contra para hacerles creer a los votantes que es un mártir al que deben apoyar.

Mis amigos republicanos me han dicho que creen que los fiscales liberales son los que están tratando de trastocar el proceso democrático quitándole el derecho a los estadounidenses de escoger a su presidente.

Ellos están de acuerdo con Trump cuando describe el proceso como parte de una elaborada “cacería de brujas” para impedir que llegue a la Casa Blanca por cualquier medio que sea necesario.

Y dicen que el hecho de que los demócratas están decididos a neutralizar a Trump demuestra lo mucho que le temen y que él debe terminar lo que empezó como presidente.

Al juzgar por los resultados de la primera primaria presidencial, ese punto de vista imperó entre los republicanos de Iowa.

Como se esperaba, Trump ganó fácilmente en las reuniones electorales del estado con el 51 por ciento de la votación. La sorpresa ocurrió cuando a los asistentes a las reuniones electorales les preguntaron acerca de la posibilidad de que Trump pueda ser condenado por algún delito.

En un sondeo de entrada realizado por Edison Research, casi dos terceras partes de los votantes, el 65 por ciento, dijo que Trump sigue siendo apto para ser presidente aun cuando sea condenado por un delito.

Aproximadamente el mismo porcentaje, el 66 por ciento, dijo que no creen que Biden haya ganado legítimamente la presidencia en el 2020.

Muchos de mis amigos demócratas, incluyendo a miembros de los medios de comunicación, siempre han dicho que no entienden a los simpatizantes de Trump.

Yo sí, porque últimamente, en lo que le preocupa al ex presidente no entiendo a mis amigos.

Después que Trump fue electo presidente en el 2016, los demócratas que conozco se enorgullecieron del hecho de que no tenían idea del porqué alguien podría votar por ese estafador.

Ahora, al enfrentar la aterradora posibilidad de que Trump recupere la Casa Blanca, los demócratas le están apostando a la suposición de que ellos saben exactamente cómo van a reaccionar sus simpatizantes si es condenado de algún delito.

Pero ¿en qué está basada esa suposición? Los demócratas reconocen que no tienen una pista sobre lo que motiva a los simpatizantes de Trump. Así que, ¿ahora, los mismos demócratas se consideran expertos en los votantes de Trump, al punto al que pueden predecir su siguiente paso?

Yo me hago esa pregunta de manera diferente. Nunca he sido simpatizante de Trump y me enorgullezco de tratar de entender qué es lo que hace que sus simpatizantes estén molestos.

Entiendo esta misión desde hace varios años porque hay muchos MAGAs en los grupos con los que me identifico –los méxicoamericanos, las personas que crecieron en un país agrícola, miembros de la Generación X, muchos de los cuales tienen actualmente 50 años.

Una cosa que he aprendido es que los simpatizantes de Trump pueden detectar el doble estándar, y no van a contribuir con eso.

Tomemos en cuenta la persona conservadora que llamó recientemente al show de Michael Smerconish en SiriusXM radio.

“Mike de Pensacola” opinó sobre el reciente comentario que hizo la primera dama Jill Biden de que su hijastro Hunter – uien enfrenta problemas legales– está siendo tratado cruelmente por los enemigos políticos del presidente.

“Eso es lo maravilloso del periodismo”, le comentó Mike al presentador. “Porque, pobre Hunter, todos sienten simpatía hacia él pero están atacando a Trump por lo mismo, por las cuestiones fiscales y ese tipo de cosas”.

De la manera en que Mike ve las cosas, los medios de comunicación liberales simpatizan con Hunter Biden pero no perdonan a Trump aun cuando los dos hombres están siendo acusados “de lo mismo”.

Los cargos contra Trump incluyen supuestamente la falsificación de registros empresariales. Hunter fue acusado de evasión fiscal. Algunos de los simpatizantes de Trump no ven la diferencia.

Todo lo que ven es un doble estándar –parte de un patrón general de injusticia hacia ese hombre que los hace decidir luchar en el único lugar que pueden hacerlo: las urnas.

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