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Opinion El Paso

Lecciones de la Pascua Judía, más allá de las preguntas

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Rabino Levi Greenberg / Chabad Lubavitch of El Paso

domingo, 21 abril 2024 | 06:00

Cortesía | Proclama del Condado del Día de la Educación y el Compartir. En el recuadro, el rabino Cortesía | Yisroel Greenberg recibe matzá del Rebe Lubavitch CREDITO:

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El Paso— Mis hijos son un grupo inquisitivo, y a medida que crecen, sus preguntas se vuelven más profundas y difíciles de responder. La mayoría de la información la puedo encontrar en internet, pero a menudo sus preguntas exigen respuestas más allá de los hechos y cifras. Eso es lo que hace que la celebración anual de la Pascua Judía (Pésaj) sea tan interesante para nosotros.

El séder de Pésaj es la tradición de cena familiar anual más larga de la historia. Hace 3 mil 336 años, el Altísimo instruyó a los israelitas a tener una fiesta de carne sacrificial asada, pan sin levadura llamado matzá, y hierbas amargas en la víspera de su liberación de la esclavitud de Egipto. Esto marcó el nacimiento de la nación judía y el aniversario ha sido observado desde entonces con una cena festiva coreografiada llena de muchas reglas y tradiciones.

La narración de historias es un componente importante del horario del séder y, como está prescrito bíblicamente, la historia de nuestro éxodo debe ser contada como respuesta a las preguntas formuladas por los niños. “Y acontecerá que cuando te pregunte tu hijo en el futuro, diciendo: ‘¿Qué es esto?’ le dirás: ‘Con mano fuerte el Señor nos sacó de Egipto, de la casa de esclavitud’ “(Éxodo 13:14).

Este formato de pregunta y respuesta es tan integral para la observancia de la Pascua Judía que nuestros sabios compusieron un texto de cuatro preguntas conocido como el “Ma Nishtana” registrado en cada hagadá (libro que sirve de guía para el séder de Pascua). Los niños han estado haciendo estas preguntas a sus padres durante miles de años: ¿Qué hace que esta noche sea diferente de todas las demás noches? ¿Por qué sumergimos vegetales dos veces, comemos exclusivamente pan sin levadura, tenemos hierbas amargas y comemos y bebemos mientras estamos reclinados?

Enfocarnos en los niños durante la ceremonia religiosa familiar más importante del año ha tenido profundas repercusiones positivas para asegurar que nuestra herencia continúe a lo largo de los siglos. Prepararlos para actuar esa noche es una prioridad educativa a medida que se acerca la Pascua Judía.

Cuatro días antes de Pésaj en 1989, el Rebe, el rabino Menájem Mendel Schneerson, celebró su cumpleaños número 87. Era domingo, y siguiendo su larga tradición semanal, saludó a los miles de personas que vinieron a recibir su bendición entregándoles a cada uno un billete de un dólar para ser donado a la caridad. Recientemente, vi una compilación de seis conversaciones que tuvo con padres e hijos esa tarde de domingo.

El Rebe preguntó si los niños estaban preparados para hacer las Cuatro Preguntas en el seder, una consulta estándar previa la Pascua, pero luego preguntó si los padres ya habían preparado las respuestas. Me llamó la atención que con esta pregunta de seguimiento, el Rebe nos estaba enseñando a todos una lección importante en educación y crianza. Si animas a los niños a hacer preguntas, debes estar preparado para responderlas. Aunque nuestros hijos están entrenados para hacer un texto básico de preguntas y recitaremos el texto tradicional dela Hagadá en respuesta, debemos apreciar que cada niño está haciendo una pregunta única, y como sus mayores, debemos estar preparados para responder al niño y no a la pregunta.

Cuando celebramos la libertad, los pequeños quieren entender de qué se trata la libertad, no sólo a través de hechos y cifras históricas, sino también aprendiendo del ejemplo de sus padres y educadores. Debemos estar preparados para responder sus preguntas sobre cómo vivir vidas morales y éticas, ancladas en verdades divinas y fe en Dios, dedicadas al mejoramiento de la sociedad y del mundo entero.

Es por esto que el cumpleaños del Rebe se observa cada año como el Día de la Educación y el Compartir, en homenaje a su destacada dedicación a la educación. Un momento para detenerse y reflexionar sobre nuestro deber y oportunidad de mejorar la educación moral y ética de todos nuestros hijos. Se trata de crear conversaciones que importan alrededor de las mesas, en las aulas y dondequiera que interactuemos con nuestros pequeños.

Estoy agradecido de que la Corte de Comisionados del Condado de El Paso y el Concejo de la Ciudad de El Paso hayan emitido sendas proclamaciones, uniéndose al presidente, a decenas de gobernadores y a numerosos gobiernos locales de todo el país en el reconocimiento del cumpleaños del Rebe, el 19 de abril, como el Día de la Educación y el Compartir.

Reflexionemos sobre nuestra obligación y oportunidad colectiva de mejorar la verdadera educación de nuestros hijos. De servir como modelos adecuados de cómo tomamos acciones concretas para llevar más bondad y amabilidad a nuestro mundo. Esta es la manera perfecta de aplicar las lecciones cardinales de la Pascua durante todo el año y marcar una verdadera diferencia.

La Pascua comienza el 22 de abril al atardecer y concluye el 30 de abril. Para más información puede visitar www.chabadelpaso.com/passover

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