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Opinion El Paso

En la actual oscuridad, brilla más el mensaje de Janucá

Que la luz del bien que introducimos en nuestro mundo individual y colectivamente destierre el mal que todos aborrecemos

Rabino Levi Greenberg/Chabad Lubavitch El Paso

sábado, 09 diciembre 2023 | 06:00

Jaime Torres/El Diario de El Paso | La ceremonia

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Con frecuencia me preguntan si Janucá es una de las principales fiestas judías. Aunque la práctica de encender velas por ocho noches es más extendida que otras observancias judías, aprecio la premisa de esta pregunta puesto que el resto de los festivales del judaísmo contiene un registro bíblico, en tanto que Janucá no posee.

No obstante, las lecciones y la observancia de Janucá han jugado un papel dominante en el judaísmo por miles de años, y en épocas recientes se ha convertido en la mayor muestra de observancia pública del judaísmo a nivel mundial. Los eventos de los meses más recientes me han ayudado a comprender a qué se debe esto.

En general, para apreciar el significado de la práctica de la religión judía, uno debe estudiar las leyes, historia, filosofía y misticismo del judaísmo. El Rebe, el rabino Menájem Mendel Schnnerson, el leider del movimiento mundial Chabad Lubavitch, señaló que la ventaja de las luces de Janucá es que una vez que se encienden emanan luz, perceptible incluso para quienes no se fijan en los detalles. Y la luz es la expresión máxima de las lecciones de Janucá y su mensaje universal.

Hace más de 2 mil años atrás, el antiguo Imperio Greco-Sirio conquistó la Tierra de Israel y persiguió a los judíos que vivían ahí, al tomar y desacralizar el Santo Templo de Jerusalén, desmantelando en los hechos la vida judía, al prohibir muchas de las observancias bajo pena de muerte. Fue un tiempo de oscuridad desánimo.

Un pequeño grupo de judíos devotos –conocidos como los Macabeos– se rebelaron y por la gracia divina derrotaron a la fuerza de ocupación extranjera. Mientras se preparaban para volver a consagrar el mandato de encender el candelabro de siete brazos –la Menorá– en el Santo Templo, se percataron de que había aceite ritualmente puro para una sola noche, y tomaría ocho noches para obtener el suministro. Encendieron la menorá y las siete llamas se mantuvieron prendidas de forma milagrosa por ocho días con sus noches.

Para celebrar, Janucá se observa encendiendo llamas por ocho noches en conmemoración del milagro del aceite. Encendemos una vela en la primera noche y sucesivamente añadimos otra cada noche hasta contar ocho flamas. Es por ello que se le conoce también como el “Festival de las Luces”.

Por miles de años, los judíos han vivido todas las experiencias humanas posibles. Desde la paz en nuestra tierra ancestral, Israel, durante la era bíblica del rey Salomón, hasta las cámaras de gas de Auschwitz, y todo lo que hay en medio. A través de nuestra historia turbulenta, las luces de Janucá nos ataron a la verdad fundamental de que la manera de resistir la oscuridad es enfocarnos en mostrar la luz.

En cada generación, cuando las influencias extranjeras intentaron destruir la vida judía, fuera en lo físico o en lo religioso, nunca hemos perdido de vista esta verdad.

Cuando los antiguos griegos insistieron en asimilarnos a su cultura pagana, abandonando la observancia del Sabbath, las reglas alimenticias kosher, la circuncisión y la pureza familiar ritual, rechazamos sus esfuerzos y eventualmente terminamos victoriosos.

Incluso si la resistencia armada no era una opción, el judaísmo enfrentó cada reto y sobrevivimos a cada uno de nuestros enemigos.

A raíz del ataque brutal de Hamás en contra de Israel, en lugar de ocultarse, los judíos del mundo entero están más motivados qu nunca para conectarse con el judaísmo. A nivel externo, un gran número de personas se han unido para mostrarnos su apoyo.

El encendido de las velas de Janucá nos enseña que aunque las batallas surjan en diferentes campos, es en la lucha espiritual contra las fuerzas de la oscuridad, odio y violencia en la que todos podemos participar conforme a nuestras posibilidades. Esto se logra a través de aumentos incrementales de bondad y amabilidad, una buena obra a la vez.

Incluso si usted sólo tiene la fuerza emocional o capacidad física para realizar un solo acto de bondad, dése cuenta de que tiene el poder de tener impacto, de la misma manera en que una simple llama ilumina incluso la oscuridad más opresiva. Las buenas obras de ayer deben continuar con mayor bondad el día de hoy, creciendo de manera exponencial en cada jornada.

Prestemos atención al mensaje del “Festival de las Luces” y que la luz de bondad que introducimos en nuestro mundo destierre individual y colectivamente la oscuridad del mal que todos aborrecemos y marque el comienzo de una era de paz y tranquilidad global para todos.

Janucá comienza este año el jueves 7 de diciembre por la noche y continúa hasta el viernes 15 de diciembre. Para obtener más información sobre Janucá, visite www.chabadelpaso.com/chanukah

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