Opinion El Paso

El Paso se posiciona para traer más luz al mundo

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Rabino Levi Greenberg / Chabad Lubavitch El Paso

martes, 20 agosto 2019 | 06:00

A menos de cuatro meses de que mi sobrino y sobrinas sobrevivieran de manera milagrosa un tiroteo en su sinagoga de Poway, California, de nuevo sentí esa terrible sensación en mi estómago. Eran las 9:00 pm, después de que concluyera el Shabat judio cuando mi esposa encendió su teléfono para anunciarme: “Hubo un tirador activo en un Walmart...”.

No hay manera de procesar esa locura. Visitar a familias y amigos de las víctimas en los hospitales y escuchar sus historias me permitió apreciar la magnitud de la tragedia. Es algo personal y local; rezo para que los heridos sanen pronto, y quienes lloran encuentren consuelo en este doloroso tiempo de aflicción.

Lo primero que preguntamos fue cómo podíamos ayudar, siendo algo que El Paso está haciendo espectacularmente bien. Lo siguiente que cuestionamos –incluso en medio de la furia– es cómo podemos evitar que esto ocurra de nueva. Pese a que el asesino no es local y que su odio no se alimentó entre nosotros, podemos servir como un ejemplo para el mundo de cómo responder de manera efectiva ante la oscuridad.

No intento tener una varita mágica para borrar todo el odio de la humanidad, pero me siento obligado a compartir una idea que pretende enfrentar esta plaga con un enfoque holistico.

La gente está más influenciada por las cosas que hace que por el conocimiento que les fue enseñado.

Este concepto fue articulado por el rebe –líder espiritual– de Jabad Lubavitch, el rabino Menájem Mendel Schneerson, quien identificó acciones profundas, si bien simples, que pueden ser adoptadas por cualquiera y transformares en campañas innovadoras. En 1974, introdujo la campaña de “caridad”, no como una recaudación de fondos para una causa específica o una llamada para que los filántropos escribieran cheque por grandes cantidades, pero más bien una campaña dirigida a las bases para entrenarnos a todos para convertirnos en “dadores”.

La idea parte de una antigua enseñanza judía. ¿Es mejor donar una gran cantidad de dinero para fines caritativos una sola vez u ofrecer pequeñas cantidades más seguido?

Depende del contexto. Los grandes cheques permiten alcanzar reapidamente grandes objetivos, pero para transformar a la gente en “dadores” la frecuencia de sus donativos tiene más impacto que la cantidad que dan. Cada uno debería convertirse en un “dador”: está a nuestro alcance. 

La campaña de caridad del Rebe tiene como objetivo educar a la gente de todas las edades y etapas de la vida para convertirse en “dadores”, ofrendado dinero para causas caritativas cada día: incluso un poquito. Hacerlo así revoluciona nuestro sentido de propósito y perspectiva sin haber escuchado un solo sermón.

Recientemente, El Paso Community Foundation –la Fundación Comunitaria de El Paso– lanzó un proyecto denominado ARK (siglas en inglés de “Actos de Bondad Aleatorios”) proporcionando alcancias para caridad de plástico con la forma del Arca de Noé a niños en edad escolar. Se les animaba a guardar pequeñas cantidades de dinero en su ARCA personal cada día y, cuando estuviera llena, compartir el contenido con los pobres o con una organización caritativa. Aunque el acto de dar ocurre en el hogar, el programa ARK motiva el debate en el salón de clases, así como proyectos escolares sobre la bondad.

El año pasado un programa piloto en dos escuelas produjo esta poderosa anécdota. Un estudiante de preparatoria, que viene de Juárez, le agradeció al director de su escuela el haber promovido en su escuela el programa ARK; le compartió que hasta ese momento había permanecido apático ante la pobreza extendida en Juárez. Dar caridad cada día cambió su perspectiva general y ahora es más compasivo y sensible hacia los apuros que pasan los menos afortunados.

Cuando alguien se convierte en dador a una temprana edad, es imposible odiar a los otros de una manera tan ciega.

Resulta un desafío a nuestro entendimiento saber que un joven realizó el arduo y cansado viajo a través de Texas sólo para matar gente, y sabemos que ese odio no crece aquí. Pero no se puede negociar con la oscuridad, y el único medio para que desaparezca consiste en introducir más luz:  incluso desde lejos.

Ahora que comienza el año escolar, le pido que se acerque a El Paso Community Foundation para que su plantel participe en el programa ARK y así permitir mostrarle al mundo cómo cultivar una cultura más fuerte a través del dar, previniendo que crezca la raíz del odio.

Dado que acabamos de experimentar tanta oscuridad, estamos en una posición única de traer más luz a nuestro mundo: un acto de bondad a la vez.

Levi Greenberg es rabino asociado en la sinagoga Chabad Lubavitch, en el Oeste de El Paso.

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