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Nacional

Salvador Rangel: el Obispo mediador con el crimen

'Yo no tengo ningún interés personal, económico, para tener esas reuniones', aseguraba el Obispo

Agencia Reforma

martes, 30 abril 2024 | 13:13

Agencia Reforma | "Yo no tengo ningún interés personal, económico, para tener esas reuniones", aseguraba el Obispo.

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Chilpancingo, México.- El Obispo Salvador Rangel, quien este fin de semana fue plagiado, ha sostenido frecuentes encuentros con los distintos líderes de la delincuencia organizada en Guerrero para, según él, pacificar el Estado.

"Yo estoy curado de espanto. Estuve en Israel cuando los bombazos e incluso una vez un grupo metió a la iglesia a un rehén, pero la libré", contó en una ocasión Rangel, quien en 2015 fue nombrado por el Vaticano como Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa.

En 2017, durante el Gobierno del priista Héctor Astudillo Flores y cuando la violencia estaba a su máximo nivel por la disputa de territorios, el prelado reveló que ya había tenido reuniones con jefes del crimen organizado de la Sierra de Guerrero.

No decía abiertamente el nombre del líder con el que se había reunido, pero el Obispo deslizaba que era con con Issac Navarrete, "El Señor de la I", quien tenía bajo su control los municipios de Leonardo Bravo, Zumpango de Neri y una parte de Chilpancingo.

"Yo no tengo ningún interés personal, económico, para tener esas reuniones con la gente de esos grupos. Mi único interés es que en Guerrero se pacifique", sostenía.

Cada vez que se acercaban las celebraciones de Semana Santa o de Navidad y Año Nuevo, Rangel tenía reuniones con los líderes de los distintos grupos del crimen organizado para que pactaran una tregua.

Durante la Administración de Astudillo, el Obispo tuvo una serie de desencuentros con el Secretario General de Gobierno, Florencio Salazar Adame, quien lo acusó de actuar fuera de la ley por sostener dichas reuniones.

"Yo sólo hago el trabajo que el Gobierno no hace porque es el que debería de estar dialogado con estos grupos para que en Guerrero haya paz", indicó tras el señalamiento.

En los siete años que estuvo como encargado de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Rangel dialogó con Celso e Iván Ortega Jiménez, líderes de "Los Ardillos", así como con Navarrete, del Cártel de la Sierra, y aunque no admitió haberse reunido con José Alfredo y Johnny Hurtado Olascoaga, alias "El Fresa" y "El Pescado", confirmó pláticas con cabecillas de la Familia Michoacana.

Días antes de su jubilación como Obispo, en abril de 2022, Rangel aseveró que había hablado con casi todos los jefes de los grupos del crimen organizado de Guerrero. Con el único líder con el que no dialogó fue con Onésimo Marquina, de Los Tlacos de la Sierra.

Cuando se jubiló, por cuestiones de seguridad, el prelado se fue a vivir a Jiutepec, Morelos, y ocasionalmente visitaba Guerrero. Su última intervención fue en febrero pasado, cuando junto al sacerdote Filiberto Velázquez Florencio intermedió para que los jefes de los grupos criminales de Los Ardillos, Tlacos y Familia Michoacana pactaran una tregua de no agresión.

Este sábado, Rangel fue víctima de un secuestro en su domicilio. Apareció ayer en la tarde en el hospital "Dr. José G. Parres" de Cuernavaca, tras denuncias hechas públicas sobre su desaparición desde la mañana del lunes.

Según testimonios de allegados a la investigación, el Obispo fue golpeado y drogado antes de ser trasladado al hospital.

Para el Fiscal morelense Uriel Carmona, el Obispo fue aparentemente víctima de un secuestro exprés para vaciarle sus cuentas; sin embargo, adelantó que esto no se relaciona con su mediación en Guerrero desde hace varios años atrás para lograr la paz entre los grupos del crimen organizado.

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