Nacional

'No te bajes... ya recibí tu carta'

En su gira por Sinaloa, el presidente López Obrador se acercó y saludó a la mamá de 'El Chapo' Guzmán, ícono del crimen

Reforma

lunes, 30 marzo 2020 | 08:51

Reforma | El presidente y la madre de 'El Chapo'

Culiacán— El representante del poder político mexicano se acercó a la madre de Joaquín Guzmán, "El Chapo", ícono del crimen. "Te saludo, no te bajes", le dijo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador caminó sobre el polvo y la piedra para llegar a la camioneta de la abuela de Ovidio Guzmán, quien paralizó en octubre la capital de Sinaloa, amenazó con matar a la población y puso en ridículo al Ejército.

"Te saludo, ya recibí tu carta", le dijo el presidente a Consuelo Loera, mamá del capo preso en Estados Unidos por narcotráfico. Abuela de Ovidio Guzmán, cuya captura y extradición son solicitadas por ese país.

Este 29 de marzo, Ovidio celebró su cumpleaños. López Obrador le apretó la mano a la señora como dos viejos conocidos.

En el video, que fue hecho público en internet por el exdiputado Jorge Álvarez Maynez tres horas después del encuentro, se oye la voz de una mujer que insiste: "Ven con nosotros", aunque no se puede confirmar que sea la voz de la mamá de Guzmán Loera.

Se ven personas usando cubrebocas. Aparece también José Luis González Meza, el abogado del "Chapo" que el 18 octubre, tras la liberación de Ovidio cuando ya lo tenía el Ejército, dio una conferencia. El abogado sujeta del brazo al Presidente y manotea a la ayudante de seguridad.

"Sí, sí, sí, ya recibí tu carta", insiste el Presidente, que dejó atrás a la ayudantía, el grupo que ante la desaparición del Estado Mayor Presidencial, se encarga de que no se le acerque la delincuencia. En la premura por saludar a la mamá del capo, López Obrador se olvidó hasta de la "sana distancia" por el coronavirus.

Había viajado tres horas y media desde Culiacán a un evento corriente en medio del Triángulo Dorado, zona de balas y de droga. Una hora y hasta donde se termina el pavimento de Badiraguato y luego dos y media dando tumbos por la terracería empinada de polvo y piedra hasta la Tuna, el ejido del "Chapo".

La vegetación cambiaba, de cactus y arbustos secos a ocotes y encinos, las vacas pastaban como animales salvajes al pie de las montañas. El conductor sinaloense de la camioneta cuatro por cuatro ilustraba a los periodistas. "Ahí va un halcón, allá está otro halcón". A los lados de la carretera capillas indicaban dónde hubo un muerto. Entre las montañas, casas desperdigadas como apariciones.

Habrá sido una casualidad que López Obrador haya decido ir a La Tuna el día exacto del cumpleaños del hijo del "Chapo". Iba a supervisar la construcción de la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, de mil 600 millones de pesos, en la cima de la Sierra Madre Occidental al filo de una escarpada de una montaña rota.

Un mitin ante 50 personas, periodistas y funcionarios, pero los trabajadores de la obra lo comentaban: "Aquí a diez minutos queda la casa de la mamá del Chapo".

Un capataz de Guasave, de chaleco anaranjado y casco amarillo, precisó: "La nueva carretera pasa a una cuadra de la casa de la señora".

"Quisimos venir acá porque este es un camino importantísimo, es una carretera interestatal importantísima", dijo López Obrador en su discurso. "Nos batearon, no la vieron como una obra prioritaria, no le asignaron recursos", se quejó el Gobernador priista Quirino Ordaz sobre otros presidentes.

En 36 minutos, López Obrador prometió más y más apoyos para esa sierra. Becas, créditos, pagos a sembradores de árboles, sus ataques. Al final se subió a la camioneta, mientras los encargados de la logística mantenían cerradas las vallas donde se encontraban los periodistas, hasta que arrancó el convoy.

Lencho Tejada Peña, de 52 años, pero de más edad por la vejez que de una boca sin los dientes, de un bastón y un brazo inmóvil, que había esperado siete horas al Presidente, se quedó atrás sin poder acercarse. "Me enterraron una bala aquí, bajo la gorra... un balazo que me agarró un nervio. El Gilberto fue... el Gilberto, acá en el Revolcadero... 20 años hace ya", decía.

El Presidente llegó a la primera curva, a unos 400 metros, oculta por una montaña de piedra y grava. En esa curva estaba una cuatrimoto como la que aparece en el video del saludo a la mamá del capo. Aparentemente, ahí junto grabó primero un video sobre la nueva obra. "Es un timbre de orgullo hacer caminos en la sierra para comunicar a comunidades y pueblos marginados", dijo.

Al parecer se encontró ahí con Consuelo Loera, que ese día festejaba a su nieto. Hace un año intercedió por la anciana de 92 años para que consiguiera una visa y fuera a visitar a su hijo. En su segunda visita a la tierra natal del "Chapito" y el "Chapo" le ahorró el esfuerzo.

Más adelante, en la huella de un río seco el convoy de nuevo se detuvo. El Presidente se bajó. Había una taquiza. Los reporteros pasaron al lado, parecía un festejo.

¿Cuál fue el motivo de ese saludo y de la carta?, se le preguntó en el aeropuerto.

"No cabe duda que Junco está muy enojado", dijo el Presidente, moviendo la cabeza.

"Ayúdame con tu sana distancia", pidió su jefe de seguridad, que entonces se acordó del coronavirus.

"Siempre que viene va a Badiraguato y la señora le entrega una carta para que él la mande al otro lado, quién sabe cómo", dijo un taxista del aeropuerto.

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