La polémica de AMLO con el Cártel de Sinaloa

Ciudad de México.- El 31 de octubre pasado, antes de su quinta visita a Badiraguato, el presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que no se reuniría con el Cártel de Sinaloa.

Varias veces había ido a la tierra donde nació Joaquín Guzmán Loera y su hijo Ovidio Guzmán López, "El Ratón", y en una de ellas incluso bajó de su camioneta para saludar a la madre de "El Chapo", que tenía que aclarar ante el rumor de una alianza.

"Hay una campaña en las redes que voy a Sinaloa, a Badiraguato a reunirme con miembros del Cártel de Sinaloa. Pues no, voy a Sinaloa porque es un Estado de gente buena, de gente trabajadora, que no debe de estigmatizarse", afirmó en su conferencia sobre la visita privada de supervisión de la Carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo.

El presidente ha mostrado moderación hacia los criminales: "Son seres humanos que merecen nuestro respeto", dijo a la Guardia Nacional en febrero de 2020, y también ha tenido deferencia hacia la familia de Guzmán Loera, condenado en 2019 a cadena perpetua en Estados Unidos, con quien se discultó, el 20 de octubre de 2020 por llamarlo por su apodo.

El 17 de octubre de 2019, previo a su primer aniversario como Mandatario, la captura y liberación de Ovidio Guzmán había marcado a su Gobierno.

Esa tarde, mientras López Obrador viajaba a Oaxaca para visitar hospitales, la Guardia Nacional detenía en Culiacán al ya líder del cártel, pero sus sicarios impusieron el terror en las calles de Culiacán, bloquearon calles, incendiaron negocios y amenazaron con matar a familiares de militares si no era liberado.

Alfonso Durazo, entonces Secretario de Seguridad, aseguró primero que la captura fue por accidente pero al día siguiente, el presidente reconoció que fue un operativo producto de una orden de aprehensión provisional con fines de extradición a Estados Unidos.

López Obrador también dijo que fue suya la orden de liberarlo ante un posible derramamiento de sangre.

"No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas", expresó.

"Yo di la instrucción de que se detuviera el operativo", aseguró todavía en mayo pasado.

El 29 de marzo de 2020, López Obrador viajó a Badiraguato, a supervisar la carretera hacia Guadalupe y Calvo, una inversión de 250 millones para conectar a la tierra del "Chapo" con Chihuahua.

Al término del evento, en una curva de la carretera, el presidente detuvo su convoy, se bajó de su camioneta, y caminó entre piedras hacia Consuelo Loera, madre del imputado por al menos tres asesinatos cometidos por mano propia: "Te saludo, no te bajes", le dijo a la mujer, mientras el abogado de la familia manoteaba al equipo de Ayudantía.

"Me bajé y fui a donde estaba ella a saludarla y ya. ¿Y qué se me quita? ¿Qué pierdo? Nada, nada, nada", dijo el Mandatario el 18 de mayo pasado.

"Lo volvería a hacer", agregó el 1 de noviembre.

Ese trato hizo que el PRI-PAN-PRD acusaran la intervención del narco en la elección de 2021, principalmente en Sinaloa, Estado de México, Veracruz, San Luis Potosí, Michoacán, Guerrero y Guanajuato.

En junio pasado, el expresidente de la Cámara de Diputados de Morena, Porfirio Muñoz Ledo, acusó la existencia de un pacto entre López Obrador y el crimen.

"El presidente que públicamente fue a saludar a la madre del principal narcotraficante del país, tiene este arreglo", aseguró en la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe.

"Si tienen pruebas, que las presenten", respondió el presidente que 13 días después aseguraba que donde dominaba un solo cartel había menos homicidios: "Sinaloa y Durango no están entre los estados con más homicidios porque hay una sola banda", sostuvo.

Badiraguato, tierra de otros criminales como Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo, Juan José Esparragoza Moreno y los hermanos Beltrán Leyva, ha sido un municipio visitado por López Obrador en febrero de 2019, en marzo del 2020, en julio de 2021 y en mayo y octubre de 2022.

El 27 de mayo pasado, mientras el presidente volaba en helicóptero de Culiacán a Guadalupe y Calvo, los reporteros que iban por carretera eran detenidos en un retén de hombres armados.

Ese día, en su acto público, López Obrador propuso ya no llamar a la zona "Triángulo Dorado" sino "Triángulo de la gente buena", para no estigmatizarlo.

Al día siguiente, minimizó la retención de los reporteros: "No hay ningún problema, no hubo ningún problema afortunadamente como tú dices".

En noviembre, cuando se reveló que el Alcalde de Badiraguato, José Luis López Elenes, de Morena, invertiría 15 millones de pesos para un museo que exaltaría al narco, el presidente aprovechó para enviar un saludo a los pobladores: "Es un pueblo bueno, el pueblo de Badiraguato".

Este jueves, a las 6:20 horas, según la ficha de detención, Ovidio fue capturado.

López Obrador inició a las 7:10 horas su conferencia mañanera con turnos de preguntas ya asignados, todos youtuberos, mientras gatilleros del cártel de Sinaloa asolaban Culiacán y los reporteros sin micrófono preguntaban qué estaba pasando.

En tanto, el presidente señalaba la campaña armada por sus críticos, criticaba el pasado y hablaba de la solicitud de protección de periodistas realizada por Guillermo Sheridan.

"No sabemos todavía cómo están los acontecimientos en Sinaloa. Hay un operativo que inició en la madrugada y más tarde vamos a informarles", respondió el tabasqueño en la tercera ocasión que le preguntaron sobre el tema.

Al terminar su mañanera, fue al Campo Marte para la ceremonia por el Bicentenario del Heroico Colegio Militar y volvió a Palacio Nacional, mientras continuaba la violencia en varios municipios de Sinaloa.

Dos horas después, en conferencia de prensa, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, confirmó la detención de Ovidio Guzmán López.