‘Voy a entregarme a la migra y que sea lo que Dios quiera’

Ciudad Juárez.— Decenas de migrantes siguen cruzando la frontera de Juárez-El Paso, de nacionalidades como cubana, ecuatoriana y chilena, de acuerdo con testimonios de quienes llegan al bordo del río con ese fin. 

“Ya voy a entregarme a la migra. Tengo el teléfono con dos por ciento de batería, no sé si alcance a llegar, pero si sí llega, los amo y que sea lo que Dios quiera”, dijo Carolina, una mujer ecuatoriana de 24 años de edad que viaja sola y ayer se entregó a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos. 

Carolina viajó sola pero se entregó junto con otros 40 migrantes que se juntaron en unos 15 minutos por la tarde del sábado. Este flujo era continuo, y los grupos que se formaban del lado estadounidense del río tenían que esperar a que llegara una camioneta de la Patrulla Fronteriza para transportarlos a otro punto que no fuera ése.

Los migrantes ya no permanecen en México, con excepción de los originarios de Venezuela que aún deambulan por la colonia Bellavista y el bordo del río.

El alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, insistió esta semana en que el fenómeno que se observa desde las dependencias municipales y el trabajo coordinado con los otros niveles de Gobierno es que las personas en situación de movilidad que han llegado las últimas semanas “no se quieren quedar aquí”, sino que buscan ir de inmediato hacia la Patrulla Fronteriza para ser procesados.

Por ello, los albergues aún cuentan con espacio, ha dicho Pérez Cuéllar. El gimnasio municipal ‘Kiki’ Romero y el refugio para migrantes Leona Vicario son los únicos dos administrados por dependencias gubernamentales municipales y federales, respectivamente.

 En este sentido, Cruz Pérez Cuéllar recordó que sí hay aportaciones del Gobierno federal, que “tiene años ya dotando de alimento” al refugio para migrantes Leona Vicario, el cual es preparado por la Guardia Nacional para ofrecer a la población migrante usuaria del lugar.

“No sé cuánto dinero sea, pero es una cantidad importante, porque estamos hablando de todos los días durante varios años (que se ha dado alimento)”, dijo el presidente municipal, y atribuyó esta cooperación a la “comunicación plena y permanente” entre los dos órdenes de Gobierno.

Mientras tanto, en el río siguen cruzando personas como Cati, de nacionalidad chilena, o Sara, cubana, que decidió regalar todo el dinero mexicano que tenía a algunos migrantes venezolanos que la ayudaron a cruzar el río, quienes desde el 12 de octubre tienen prohibido cruzar de manera irregular hacia Estados Unidos.