PUBLICIDAD

Juárez

‘Error de gasera nos arruinó la vida’

Explosión en febrero pasado dañó ocho viviendas y causó quemaduras a mujer, que desde entonces busca justicia

Luz del Carmen Sosa
El Diario de Juárez

domingo, 18 diciembre 2022 | 08:52

El Diario de Juárez | Viviana muestra sus manos

PUBLICIDAD

Ciudad Juárez.- Es una pelea desigual, dice el abogado Fernando Ruvalcaba. “Aun así vamos a pelear, porque su error nos causó muchísimo dolor, nos arruinó la vida”, asegura Viviana Díaz Muñoz, mientras frota sus manos quemadas y lastimadas. 

El pasado 19 de febrero la familia solicitó mil 500 pesos de gas butano a la empresa Z Gas, apagaron el bóiler y la estufa. A las 7:40 de la mañana la pipa se presentó en su casa del fraccionamiento Infonavit Ampliación Aeropuerto y empezó con el llenado del tanque estacionario.  

Viviana y Elisa Muñoz, su madre, narran que estaban sentadas en la sala de la casa y percibieron un fuerte olor a gas, así como también observaron ondas de calor cerca de la manguera por donde salía el combustible.

a mujer mayor salió a avisarle al responsable de la pipa de la fuerte emanación a gas, mientras que Viviana se dirigió al sanitario, encendió la luz y segundos después vio sus manos y cuerpo en llamas.

La explosión no sólo quemó el 70 por ciento de la superficie corporal de Viviana, también dañó ocho viviendas y dos vehículos, según el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal. 

Afuera de la casa, Elisa tenía el enrejado encima al ser lanzada casi tres metros contra la reja de la vivienda.

“Prendí la luz del baño y sobrevino la explosión, eso fue todo”, narra la mujer que agradece a Dios que sus dos hijos menores de edad no estuvieran ese día en casa. 

Desde entonces la familia mantiene una batalla legal contra la empresa gasera en busca de la reparación de daños, no sólo de la casa que hasta el momento permanece en ruinas, sino de atención médica, psicológica y psiquiátrica, pues a causa de las dolorosas heridas Viviana adquirió dependencia a la morfina y sufre de ansiedad, entre otros trastornos a su salud mental. 

Fernando Ruvalcaba, quien representa legalmente a la familia Díaz Muñoz, presentará una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) contra la Fiscalía General del Estado (FGE), por violentar el derecho a la legalidad y seguridad jurídica de las víctimas y por retardar y/o entorpecer la función de investigación o procuración de la justicia.

El abogado Rogelio Quiñonez, quien llegó al lugar el día de los hechos en representación de la empresa, dijo que debe informar a la Dirección General del Grupo Z para solicitar la autorización para una entrevista, por lo que se está en espera de una respuesta. 

La Fiscalía de Distrito Zona Norte no proporcionó información sobre el avance de la investigación de un hecho ocurrido hace casi 10 meses. 

Los hechos

Veinte para las ocho de la mañana. La pipa del gas de la empresa Z Gas estaba afuera de la casa ubicada en la calle Linaza esquina con Candelilla en Infonavit Ampliación Aeropuerto, narra Elisa.

Era sábado y los hijos de Viviana habían dormido con familiares, por eso no estaban en casa, dice Viviana.

Marco Aurelio Díaz Alvídrez, esposo de Elisa y padre de Viviana, comparte que despertó temprano ese día y lo primero que hizo fue encender un cigarro. Luego se alistó, hizo su desayuno, su lunch del día y acompañó su café con otro cigarro. 

Más tarde solicitaron a la compañía de gas el suministro de mil 500 pesos. 

“Me despertaron con su bocina. La casa no tiene pasillo lateral para meter la manguera por los lados, por fuerza debe entrar por dentro de la casa. Ellos empezaron a acomodar la manguera y salí al patio junto con el muchacho que me dijo que apagara el bóiler y le pidió que se metiera a la casa porque era muy fuerte el olor a gas”, recuerda Elisa.

Madre e hija estaban en la sala y Viviana le alertó que se veía distorsión en la manguera de la pipa “como cuando el piso está caliente” y había bastante olor a gas en la casa.

Dice Elisa que ella se salió y cerró la puerta. Entregó el dinero al trabajador y se despidió de él.

“Ni siquiera alcancé a agarrar la puerta cuando sobrevino la explosión. Me aventó como tres metros a la barda, los muchachos de la pipa sólo me preguntaron qué había pasado, yo estaba entre quejidos y llanto; fue un vecino el que me auxilió y me sacó debajo de las puertas que tenía encima”, detalló. 

Vecinos aseguran que la manguera de la pipa tenía fuego. Los repartidores de gas intentaron huir pero los vecinos, también afectados por el estallido, salieron corriendo y detuvieron a los trabajadores que se retiraban a toda prisa.

Dentro de la casa Viviana se quemaba. Vio sus manos derretirse bajo el fuego y a gritos empezó a quitarse la ropa cuando vio el fuego en su cuerpo.

Fue su pareja que llegó con una cobija el que le ayudó a apagar las llamas mientras ella gritaba de dolor y miedo. Los vecinos los auxiliaron para trasladarlos a recibir atención médica ante la tardanza de la ambulancia y los bomberos. 

En el Hospital Regional número 66 del Instituto Mexicano del Seguro Social los médicos atendieron a las pacientes. Una ingresó con quemaduras de segundo y tercer grado y otra con quemaduras de tercer grado en el 70 por ciento de la superficie corporal. 

Por la explosión, los vecinos exigieron a la familia afectada que les pagaran los vidrios. 

“Yo quiero mi casa, la saqué en Infonavit por medio de mi trabajo, tantos años trabajados y que en un ratito se destruya toda, no lo veo justo la verdad. Las quemadas, todo lo que sufrimos para que ellos ni siquiera una llamada, no nos explicamos por qué son las cosas así”, lamenta ante lo que asume es una negativa de la empresa gasera para hacerse responsable de la falla en el equipo y del personal.

Mil quinientos pesos que compraron de gas ese sábado 29 de febrero les ha costado demasiado sufrimiento, dice Viviana, que requiere de terapia para aceptar la transformación de su lastimado cuerpo. 

“Me ha costado demasiado sufrimiento, el no poder aceptar ahora la vida que tengo porque me cambió por completo. Las heridas de mis manos me tienen imposibilitada, para que me den un trabajo ahorita, en mis condiciones, piensan que me quiero incapacitar. Tengo dos hijos, soy mamá y ahora qué voy a hacer, cómo le voy a hacer para sacarlos adelante, es tremendo”, dice entre lágrimas.

Elisa interviene y recuerda que ese día no estaban los niños. “Gracias a Dios, si no estaríamos contando otra historia, sería una verdadera tragedia”, asegura la madre.

El padre opina lo contrario. Tanto su esposa como su hija viven una tragedia, pues han sufrido demasiado dolor a causa de las lesiones. Su hija permaneció hospitalizada más tiempo porque el IMSS no cuenta con área para quemados y sus heridas expuestas se infectaron, al grado de casi provocar que sus pulmones se colapsaran.

Marco muestra un audio de una llamada telefónica en la cual un elemento de la Agencia Estatal de Investigaciones le recomienda que contrate un abogado, porque recibió instrucciones “de arriba” de no investigar el caso y retrasar los procedimientos.

“Ya son 10 meses y el caso no avanza, faltan peritajes, la pipa les fue entregada ahí mismo por parte de los agentes municipales por instrucciones del abogado Quiñonez, los empleados no han sido escuchados en declaración. Bomberos no ha entregado el peritaje y en el peritaje de la Fiscalía se determinó que la explosión sobrevino por la acumulación del gas”, dijo Ruvalcaba.

El tratamiento de ambas mujeres requiere de médicos especializados y carecen de los recursos económicos para solventar los gastos.

La familia lamenta que después de 30 años por primera vez pasarán la Navidad en una casa ajena porque la suya permanece inhabitable, en ruinas. 

“Hasta por un accidente se siente el tufo de la corrupción”, asegura el padre de familia. 

El abogado asegura que esta es una pelea de David contra Goliat. 

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search