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Juárez

‘Vivió su vida feliz y de manera ejemplar’

Tras pérdida de su hijo, familia trata de concientizar a fronterizos sobre la importancia de prevenir accidentes de tránsito

Luz del Carmen Sosa / El Diario de Juárez

miércoles, 28 febrero 2024 | 13:12

Cortesía | Andrés Arviso Guillén, de 25 años

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La tarde del pasado miércoles 21 de febrero, el motociclista Andrés Arviso Guillén, de 25 años, resultó con heridas de consideración al caer al pavimento, después de que el conductor de una troca que llevaba acoplado un remolque, le cerró el paso a la circulación, en la avenida Ejército Nacional y Neptuno.

Elementos de la Coordinación General de Seguridad Vial (CGSV) acudieron hasta el área de Satélite para atender el percance y brindarle ayuda al lesionado, quien fue trasladado en una ambulancia a El Paso, Texas, donde finalmente falleció a consecuencia de un estallamiento de vísceras.

Al desconocer la causa del accidente, el padre buscó a través de redes sociales imágenes del accidente y fueron varias las personas que trataron de apoyarlo. 

Donan motocicleta

Los servicios funerarios de su hijo serán celebrados en esta ciudad en los próximos días y la familia ha decidido, en memoria de Andrés, donar la motocicleta a Seguridad Vial para que realice una campaña de concientización y prevención a fin de evitar más muertes en hechos de tránsito, que en la ciudad han ido en aumento, al sumar más de 13 decesos en los primeros dos meses del año.

“El motivo de donar la moto es para tratar de hacer conciencia entre los jóvenes del dolor que les causan a los padres cuando suceden estas desgracias, y también a los automovilistas sobre la precaución de que entiendan que no sólo son los automóviles los que circulan por las calles, sino también hay motos, bicicletas y peatones”, explicó el padre de familia.

Desinteresado y atento

Andrés Arvizo Guillén, vivió su vida feliz, rápida y de manera ejemplar, como si estuviera casi consciente de la corta vida que le deparaba. Nació en El Paso, Texas, un 7 de octubre de 1999. Hijo de padres mexicanos: Joel Arvizo y Blanca R. Guillén, Andrés creció en Juárez, donde siempre fue muy querido por la manera desinteresada y atenta en la que trataba a todos los que querían ser sus amigos, recordaron sus hermanos y progenitores.

Creció siendo un niño muy amoroso con demasiada energía siempre listo para salir a jugar o para demostrar sus fuerzas para ayudar a alguien más. Era el hermano varón más joven de entre otros cuatro hermanos mayores, pero sin duda el más fuerte y no sólo físicamente sino mental y espiritualmente también, narraron.

“Él fue mandado a este mundo para demostrar que sí era posible ser una mejor persona, todos los días, sin importar las adversidades y los malos tiempos que lo golpearan a uno. Andrés era esa persona que todos en algún tiempo queríamos ser, comenzaba su día muy temprano, a las 4 de la mañana para ser exactos y no se iba a la cama hasta tarde hasta que él sentía que le había sacado provecho a su día”, compartieron.

Gracias a su carácter siempre tenía sus metas y objetivos claros y lo que se proponía lo cumplía, era un hombre muy estricto consigo mismo, una persona que excedía las expectativas. Parte de sus propósitos era ayudar a las personas, compartir lo que tenía en todos los aspectos. 

“Era muy amoroso, su enojo no pasaba la noche, siempre sonreía. El compartir la vida con él fue extraordinario”, afirmaron.

Raíces en Juárez

Estudió en escuela primaria Frontera Nueva y por motivos de la delincuencia que se desenvolvía en la ciudad, continuó su educación en El Paso, Texas, en la escuela Ysleta. En los años siguientes vivió en casa de su abuela materna en compañía de sus hermanos.

En 2014, con 14 años, en las vacaciones de verano se fue a Nebraska a trabajar en la escarda (cortar hierbas con un azadón en los cultivos de frijol ) para juntar dinero y comprar su primer auto, un Passat 2006; en el verano de 2015 se fue a trabajar a Midland, Texas, a trabajar en la construcción, y mientras hacía su último año de preparatoria tomaba la carrera técnica en soldadura y se inscribió en un concurso nacional de soldadores profesionales en Houston, Texas, en el cual quedó en el lugar 16. 

Al terminar la preparatoria trabajó en Midland y compró un tractocamión, fue en 2022 cuando entró a trabajar como instructor de soldadura en el Western Technical College hasta la fecha de su accidente, al mismo tiempo estaba haciendo un diplomado en finanzas e invirtiendo en la bolsa de valores, a lo que pensaba dedicarse de tiempo completo a partir de agosto.

Ayer la escuela le rindió un homenaje luctuoso y mientras la familia trata de reponerse a la irreparable pérdida, recordó a todas las personas extremar precauciones a la hora de conducir para evitar el sufrimiento que ahora los embarga.

lsosa@redaccion.diario.com.mx

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