Siguen aquí cuerpos de migrantes asesinados

De acuerdo con sus familiares, los cuerpos de por lo menos cinco migrantes extranjeros que fueron asesinados entre septiembre de 2022 y enero de 2023 permanecen en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de Ciudad Juárez. 

Tres de ellos son los ecuatorianos Alejandro Malla Dota, Jeremy León Ordóñez y Jonathan Morocho Benítez, de 20 años de edad, quienes fueron encontrados sin vida el 8 de septiembre en el cruce de las calles Isla Tonga e Isla Canarias, y cuyas familias fueron informadas el 16 de febrero a través de un oficio del Consulado de Ecuador en Monterrey que la Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGE) identificó sus cuerpos gracias a sus huellas dactilares. 

También permanece en esta frontera el cuerpo de la maestra nicaragüense Jessira Masiel Chavarría González, de 29 años de edad, quien fue encontrada el 24 de enero pasado junto a un hombre migrante en las calles Isla Córcega e Isla Tonga de la colonia 16 de septiembre.

La pareja, al igual que los tres ecuatorianos, fue asfixiada por estrangulamiento de acuerdo con la necropsia de ley practicada por las autoridades forenses. 

El 22 de enero también fueron asesinados en esta frontera la migrante guatemalteca Doris Raquel Berrera Covoy, de 40 años de edad, y su esposo, Anthony Enrique Navarro Deraz, originario de El Salvador.

Ambos fueron expulsados de Estados Unidos después de haber ingresado de manera irregular por Nogales, pero luego de intentar cruzar con ayuda de un “coyote” sus cuerpos fueron encontrados la madrugada del 23 de enero en las calles Isla Tonga e Isla Célebes, aunque hasta principios de este mes sus familiares descubrieron que se trataba de ellos.

Los cuerpos de Doris y Tony “estaban enredados en sábanas y fueron dejados sobre la calle de terracería”, informó El Diario el 23 de enero tras su hallazgo.

De acuerdo con su familia, la guatemalteca fue enterrada el jueves en Aldea Las Margaritas del municipio de Malacatán, San Marcos, Guatemala, donde se llevó a cabo su velorio y sus familiares y vecinos trasladaron su ataúd cargándolo por las calles de su comunidad hasta el panteón. 

De acuerdo con las autoridades, ambos migrantes murieron también a causa de asfixia por estrangulamiento. Ayer, la FGE no dio información oficial sobre los avances de las identidades oficiales y el estatus de los cuerpos.