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Juárez

Pocos consiguen cita para tramitar asilo

Tras meses de viaje, venezolana cruza frontera y es liberada por EU

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

lunes, 15 mayo 2023 | 13:07

Archivo / El Diario de Juárez

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“Bienvenido a Estados Unidos (…) que tenga un buen viaje, ¡le deseamos lo mejor!”, fue el mensaje que le entregaron este fin de semana las autoridades federales en El Paso a las personas migrantes que cruzaron las puertas del muro fronterizo entre Ciudad Juárez y El Paso antes del fin del Título 42, y que fueron liberadas para que iniciaran su proceso de asilo. 

Una de ellas fue Maryuris, una venezolana de 32 años de edad, quien después de permanecer cuatro meses en esta frontera se entregó a la Patrulla Fronteriza antes del inicio del Título 8, el cual se extendió a todas las nacionalidades desde las 10:00 de la noche (hora local) del jueves 11 de mayo, y que puede significar la deportación de Estados Unidos sin la posibilidad de solicitar asilo. 

Mientras que cientos de extranjeros ya han sido deportados desde distintos puntos de Estados Unidos hasta sus países en Centroamérica o al sur de México, después de permanecer detenida siete días en El Paso, ella fue dejada en libertad el sábado dentro del vecino país. 

La originaria del estado de Zulia, Venezuela, en donde trabajaba como supervisora de seguridad, comenzó a migrar sola desde el 17 de diciembre de 2022, pero en la selva del Tapón del Darién, entre Colombia y Panamá, formó un grupo de amigos con quienes llegó hasta esta frontera luego de viajar a bordo del tren de carga conocido como “La Bestia”. 

“De mi casa salí sola, aquí estaba en una casa, estaba pagando 450 (pesos) a la quincena, 900 al mes; bueno, lo subieron a mil. En un cuarto nos metíamos siete, ocho, y cada uno pagábamos mil pesos mensuales. Muchos se fueron con la aplicación (de CBP One), pero quedamos tres”, narró el viernes 5 de mayo en el exterior de una tienda de conveniencia ubicada sobre el bulevar Juan Pablo II y la avenida Villarreal Torres, a la cual regresó acompañada por los otros dos sudamericanos con los que permanecía en la ciudad, después de estar cuatro días en el bordo del río Bravo. 

Dijo que aunque todos los días intentaron logar una cita a través de la aplicación móvil CBP One, cada día se los impidió la saturación del sistema, que les marcaba el “error 530”, la falta de cupo o les indicaba que su fotografía no coincidía con la que escanearon al bajar la aplicación. 

“Ya hemos hecho muchos correos, ya hemos intentado de mil y una maneras”, aseguró quien fue detenida dos veces por la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso. La primera vez que ingresó a Estados Unidos fue en abril, por la puerta del muro ubicada a la altura del marcador fronterizo número 36, pero después de nueve días detenida fue expulsada a través del Título 42 por Nogales, de donde regresó a Ciudad Juárez. 

Ante la cercanía del fin del Título 42 y la extensión del Título 8, el martes 2 de mayo decidió volver a intentar cruzar la frontera a través del río internacional que divide a Ciudad Juárez de El Paso, pero después de permanecer cuatro días a la intemperie, sobre la tierra, entre los barrotes de acero que forman el muro fronterizo y el muro de púas formado por la Guardia Nacional de Texas, decidió regresar a México para irse a bañar al cuarto en el que todavía tenía una semana pagada. 

“El martes (2 de mayo, los agentes de la Patrulla Fronteriza) salieron, nos dijeron que si nos organizábamos nos iban a procesar; nos organizamos por filas, mujeres solteras, mamás con niños, familias (papá, mamá y niños) y hombres solteros. Pero son tres días y ya no sale nadie. En la madrugada (del 5 de mayo) se llevaron sólo a una familia, que la muchacha estaba embarazada. Dijeron que limpiáramos todo y fue peor, porque nos obligaron a botar todo, cobijas y todo, y no sale nadie, muchos amanecimos prendiendo fogatas por el frío, por lo menos nosotros nos quedamos sin cobija”, relató. 

Anotados en una lista de aproximadamente mil personas que esperaban entonces junto a la puerta 40, Maryuris narró que su intención era ingresar a Estados Unidos antes del inicio del Título 8, luego de haber intentado la cita en CBP One sola y en grupo, e incluso después de haber sido robada por una persona mexicana que les cobró 40 dólares por hacerles el trámite. 

Un día después, el sábado 6 de mayo, ella y sus dos compañeros decidieron seguir caminando por el bordo del río hasta que fueron recibidos por otra puerta del muro fronterizo, y después de permanecer siete días detenidos, el sábado 13 fueron dejados en libertad. 

“Estoy en un hotel, esperando que me compren los boletos”, dijo ayer la venezolana, quien busca llegar a Dallas para comenzar a trabajar e iniciar su proceso de solicitud de asilo ante el Gobierno de Joe Biden. 

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