'Nos humillan, nos tratan mal': menor venezolana

Durante el desalojo de migrantes de la tarde de ayer, una niña migrante venezolana, Ana, de 14 años de edad, alzó la voz frente a un muro de oficiales de Policía municipal que les cerraba el paso hacia la calle Rivas Guillén.

Ana reclamó por el maltrato, que no confía en los refugios que buscan darle, porque también “el mismo presidente de México dijo que eso era un refugio (la estación provisional del Instituto Nacional de Migración, INM, incendiada el 27 de marzo)” y ahí hubo una tragedia. 

En entrevista con El Diario, la adolescente venezolana dijo que ella alzó la voz porque en los refugios a los que tanto los invitan “nos encierran y nos tratan como presos. Nos humillan, nos tratan mal”. 

Recordó que ella, su hermana de 12 años y su papá, como miles de migrantes que han llegado a esta frontera, no vienen “porque hemos querido hacer eso, porque nos da la gana hacer eso”, sino porque buscan “tener una nueva vida, porque venimos huyendo de nuestros países, de la violencia, de tantas cosas horribles”.

Dijo que desde que entraron a México “todo es una arbitrariedad. Nos pisotea Migración, la Policía. Todo mundo nos quita dinero, nos extorsiona… Y eso cansa, eso da dolor”.

Ana fue desalojada, como decenas de migrantes, de la acera de la Presidencia Municipal mediante un operativo de la Policía en conjunto con otras dependencias del Gobierno local, incluida la Dirección de Limpia. 

Cerca de las cuatro de la tarde de ayer recibieron un primer aviso para que se fueran a un campamento que levantó el Gobierno municipal en un terreno contiguo al puente internacional Stanton-Lerdo, pero Ana, como muchos otros, decidió quedarse, sólo para que horas después, mediante la fuerza pública, fueran retirados del lugar.

“No sé a dónde vamos a ir, y me parece muy mal (que nos desalojen) porque nos puede pasar algo malo, y los culpables van a ser ellos”, concluyó. 

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