Llevan a 10 conductores ebrios al Cerecito

Ciudad Juárez.- En distintas acciones realizadas ayer domingo, un total de 10 conductores ebrios fueron detenidos después de ser llevados ante un médico y quedaron recluidos en el Centro de Recuperación Cívica Total (Cerecito).

Elementos de la Coordinación General de Seguridad Vial (CGSV) los detectaron en estado de ebriedad después de que cometieron alguna infracción y les practicaron una prueba de alcoholemia, señaló el director operativo de la corporación, Víctor Daniel Mejía. 

Cinco de los detenidos, entre ellos un adolescente, provocaron accidentes por combinar volante con alcohol, dijo el comandante.

Durante el fin de semana que recién concluyó se retiró de las calles a un total de 33 conductores de alto riesgo (28 hombres y cinco mujeres), señaló el comandante Mejía, tras revisar la incidencia en este rubro. 

El viernes pasado fueron detenidos ocho conductores, el sábado otros 15 y 10 personas más en las primeras seis horas del domingo.

De acuerdo con el mando de la CGSV, en el presente año se ha detectado a casi 800 conductores ebrios, que han recibido una sanción administrativa de 24 horas de prisión en el Cerecito.

Agreden a tránsitos

Dos hermanos en estado de ebriedad que viajaban en un carro agredieron a dos agentes (hombre y mujer) de la CGSV, después de una persecución que se registró por la avenida Tecnológico, ayer.

Un comandante de la corporación preventiva señaló que fue a las 02:25 horas cuando la pareja de agentes le marcó el alto al conductor de un Ford Mustang negro con placas A32SDE3 del estado de Chihuahua, quien condujo a toda velocidad y escapó, generando una persecución hacia el sur de la avenida Tecnológico. 

Pasando la avenida Teófilo Borunda, el auto golpeó sus neumáticos y la horquilla con los vialetones del carril confinado del Juárez Bus, por lo que le dieron alcance y de la unidad descendieron dos personas que agredieron a los oficiales.

Se trata de los hermanos Rodrigo y Luis Fernando G. B., de 21 y 19 años, quienes fueron sometidos y llevados a las oficinas de Seguridad Vial, en donde los presentaron ante un médico, el cual certificó el grado de ebriedad de ambos.

Uno de ellos, Luis Fernando, fue conducido al Cerecito, mientras que su hermano fue puesto a disposición del Ministerio Público por el delito de desobediencia y resistencia a particulares.