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Juárez

Desafían la corriente para llegar a EU

Migrantes utilizan cuerdas y salvavidas con el fin de cruzar el río Bravo

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

jueves, 14 marzo 2024 | 12:58

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez | Mujer flota hacia el otro lado de la frontera Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez | Un hombre ayuda a padre e hija que van sobre un salvavidas

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Con ayuda de cuerdas y salvavidas, debido al incremento en el flujo del río Bravo/Grande provocado por la entrega anual de agua de Estados Unidos a México a través del Tratado de Aguas de 1944, decenas de personas migrantes cruzaron ayer la frontera entre Ciudad y El Paso. 

“Nos habían dicho que no había agua, que llegaba muy bajito, pero nos encontramos con esta sorpresa y la verdad nos bloqueamos, nos bloqueamos”, narró la venezolana Diosemar Vergara, quien pese a saber nadar, al llegar al bordo mexicano y ver que el agua les llegaba a la altura de los hombros, se asustó.

“Nos dijeron que llegaba a la rodilla y teníamos que correr rápido, pero no que estaba así, en peligro y uno se ahogue… vamos a esperar a que lleguen más para cruzar en cadena, agarrados de la mano”, dijo su compañero Ángel Daniel. 

Y aunque minutos después llegaron tres sudamericanos más, al ingresar al agua tomados de la mano, todos decidieron regresar por temor a ahogarse, pero al subir al bordo mexicano vieron llegar a tres bolivianos con un salvavidas y dos cuerdas para cruzar el río internacional. 

“Nos avisaron –que había crecido el río–, nos avisaron que lo mejor era comprarse uno de esos”, dijo Edwin, mientras terminaba de inflar su salvavidas.

La primera en cruzar el río fue Diosemar, quien se ató una cuerda a uno de sus tobillos y mientras que Ángel Daniel la detenía, ella ingresó al río en donde comenzó a orar, se persignó y luego nadó hasta la otra orilla, en donde al llegar se sentó y comenzó a llorar. 

Al verlos, Jesús, un venezolano quien ya estaba de lado de Estados Unidos, regresó nadando a México para ayudarlos a cruzar sobre el salvavidas. Él se encargaba de subirlos al salvavidas y luego nadaba por él para regresarlo y que subiera otra persona.

“Porque tengo familia y todos queremos pasar al otro lado”, explicó sobre su decisión de ayudarlos pese al riesgo y la suciedad del agua. 

Después de cruzar, el grupo se sumó a decenas de personas más que ya esperaban junto a la malla metálica instalada por la Guardia Nacional de Texas sobre el bordo del río Grande, en busca de un lugar por donde cruzar para llegar hasta el marcador fronterizo número 36, entre ellas la esposa y los hijos de Jesús. 

Oficialmente ayer Estados Unidos comenzó con la entrada anual de agua a México como parte del Tratado de Aguas de 1944, este año entregará 39.4 millones de metros cúbicos para la agricultura del Valle de Juárez; pero desde el martes el río internacional cuenta con un mayor nivel a la altura del marcador internacional número 36, el punto por donde todos los días grupos de personas conformadas por niños, niñas, adolescentes y adultos, cruzan la frontera de manera irregular. 

hmartinez@redaccion.diario.com.mx

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