Buscaba el sustento diario y murió en incendio del INM

Ciudad Juárez.— Orlando José Maldonado Pérez tenía 26 años de edad, era “un hombre tranquilo” que el lunes 27 de marzo decidió salir a limpiar los vidrios de los carros para poder juntar los 400 pesos para pagar el cuarto de hotel en donde dormía, pero fue detenido durante un operativo por los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y se convirtió en una de las 39 víctimas mortales que suma el incendio ocurrido esa misma noche dentro del edificio federal.

“Ya basta de tanta xenofobia”, pidió su familia venezolana, la cual hasta ayer no lograba todavía respuestas sobre el procedimiento para la entrega de su cuerpo. 

Orlando llegó diez días antes a Ciudad Juárez con su hermano Abel Manuel Antonio Ortega, su cuñada Katiuska, sus sobrinos de 2 y 4 años de edad, y otros amigos y familiares. Aquí, vivían en un cuarto de hotel y ese día acudieron a un semáforo para reunir el dinero para la estancia y la comida, pero fueron detenidos por los agentes federales, quienes al subirlos a sus unidades les dijeron que les darían un permiso de trabajo.

Sin embargo, lo que le dieron a Abel, a su esposa y a sus hijos fue un oficio de salida del país por 30 días, con el cual ahora vive en la ciudad mientras busca la manera de recuperar el cuerpo de su hermano, con quien trabajaba en Venezuela como albañil, hasta que la crisis impidió que la gente siguiera construyendo y cada vez tenían menos trabajo, por lo que decidieron viajar hacia Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida.

Orlando y Abel siempre estaban juntos: caminaron juntos por la selva, llegaron juntos a Juárez y fueron detenidos juntos por el INM, hasta que Abel tuvo que despedirse de él dentro de las oficinas de la Estancia Provisional del INM.

Narró que lo dejaron en libertad, con un oficio de salida del país, a él, a su esposa y a sus hijos, pero como Orlando no tenía hijos menores de edad permaneció detenido y le dijeron que sería devuelto a la Ciudad de México. 

“Yo a mi hermano lo vi en ese calabozo, ahí me despedí de él con el corazón roto porque lo iba a dejar (…) Adentro había un calabozo… estaban maltratando a un paisano de nosotros, estaba el niño viendo cuando le pegaban al pana, le pegaban ahí ayer, le pegan al ‘broder’ porque no se quita su gorra”, recordó. 

Las cifras dadas por las autoridades han cambiado. La madrugada del martes 28 de marzo se dijo que dentro del INM había 68 personas en el área de hombres, en donde ocurrió el incendio, de las cuales habían muerto 39 y 28 estaban heridas; la tarde de ese mismo día se dijo que la cifra de muertos había aumentado a 40 personas, y el miércoles 29 de marzo se corrigió el dato y le informaron a los representantes consulares de los países involucrados que eran 66 migrantes los que estaban y que fueron 38 fallecidos, pero que horas después murió otra persona y sumaron 39 víctimas mortales y restaban 27 heridos. 

Y el jueves 30 de marzo se informó que había 67 personas en el interior del área de hombres, de las cuales 39 han perdido la vida y 28 personas habían resultado con lesiones. 

Con los nombres de las víctimas ocurrió la misma confusión, debido a que la mañana del martes Abel no sabía si su hermano estaba herido, muerto o había sido traslado a la Ciudad de México, como le habían dicho que ocurriría, pero esa misma noche le dijeron que estaba entre los fallecidos.