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Internacional

Xi Jinping y su nuevo orden mundial

China se fortalece como contrapeso de EU con Xi Jinping, un presidente que promueve negociaciones de paz e inversiones con casi todo el mundo

Emilia Martínez
Agencia Reforma

domingo, 14 mayo 2023 | 11:20

Agencia Reforma

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Ciudad de México.- El mundo no está en Guerra Fría, pero sí está pasando por el punto de mayor polarización entre Estados Unidos y China.

Luego de casi mil días enclaustrado por la pandemia de Covid-19, el Presidente de China, Xi Jinping, tuvo su primera salida al exterior en septiembre de 2022. Entonces visitó Kazajistán y Uzbekistán, donde se reunió con su homólogo ruso Vladimir Putin, quien seis meses antes había lanzado una invasión a Ucrania. Hasta ese momento, el Mandatario chino había sostenido todas sus reuniones internacionales virtualmente.

Su salida al exterior mandó el mensaje de que China y Xi estaban listos para regresar al mundo.

Cinco meses después, el 24 de febrero, cuando se cumplía un año de la invasión rusa a Ucrania -que Xi ha evitado llamar guerra-, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China presentó un plan de 12 puntos para conseguir una salida política al conflicto.

Semanas después, en Beijing, el Ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian, y su homólogo saudí, Faisal bin Farhan al-Saud, se dieron un apretón de manos luego de que la mediación de Xi resultara en un histórico acercamiento entre Arabia Saudí e Irán, tras años de hostilidades entre las dos potencias de Medio Oriente.

Xi, coinciden especialistas, está listo para demostrar el papel que tiene China en el mundo, y que el orden puede ser distinto al impuesto por Estados Unidos.

Diplomacia no intrusiva

"Evidentemente, el papel de China es cada vez más asertivo, más presente en el escenario internacional, y se debe no sólo a su desarrollo económico --aunque por supuesto es muy importante--, sino también a la presencia que ha tenido a nivel diplomático", considera la Doctora Mariana Escalante, académica e investigadora del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

"China se ha esforzado mucho por generar una imagen de una potencia responsable, de una potencia que no va a ser transgresora del orden internacional --aunque podríamos decir que no es tanto así--, y, bueno, con valores distintos a Estados Unidos".

Ejemplo de ello, señala, es el acuerdo entre Irán y Arabia Saudí, en el que Beijing no sólo logra resolver las tensiones en una región que siempre ha estado inmersa en conflictos, sino que plantea una alternativa al modelo estadounidense y europeo.

"China está emergiendo como una potencia que está marcando la agenda, que está marcando otras alternativas al orden mundial que es: 'Bueno, voy a resolver estos problemas sin meterme en los asuntos internos de los países, sin intervenciones militares'", subraya.

La intención de Xi de resolver la guerra en Ucrania fue bien recibida tanto por el Presidente ruso, Vladimir Putin, como por el ucraniano, Volodymyr Zelensky. Y la académica de la UNAM considera que el acuerdo saudí-iraní podría sentar las bases para que la propuesta de 12 puntos presentada a Kiev y Moscú avance.

"Todo esto ha generado mucha atención hacia el papel que pueda jugar China no sólo en Ucrania, yo diría en los próximos años y en la configuración del orden internacional. Sí estamos presenciando una transformación, y no es apenas y no fue a raíz de la pandemia (de Covid-19) nada más, esto se venía gestando", apunta.

El mes pasado, dos importantes líderes internacionales de distintas regiones del mundo visitaron a Xi en Beijing: el francés Emmanuel Macron y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Ambos dejaron claro que, entre otras cosas, Xi puede ser una figura determinante para solucionar la guerra en Ucrania.

"Sé que puedo contar con usted para hacer entrar a Rusia en razón y llevar a todos a la mesa de negociaciones", dijo el Mandatario francés durante su encuentro con Xi.

Lula, en tanto, coincidió con China en un llamado a otros países para que tomen un papel constructivo en la promoción de un acuerdo político entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, fue más allá, al acusar a Estados Unidos de fomentar la guerra.

A decir de Marisela Connelly, profesora investigadora del Centro de Estudios de Asia y África del Colegio de México, el Presidente Xi está tratando de demostrar al mundo que China ya es un país que debe ser tomado en cuenta en los asuntos internacionales, y que todo el discurso de Estados Unidos, de que Bejing es una amenaza, no tiene ningún fundamento.

"Una vez que ya se terminó con la pandemia, que China se abrió otra vez y que el Presidente (Xi) no sólo empezó a hacer viajes para visitar a otros Jefes de Estado, sino que también vemos cómo está recibiendo a varios Jefes de Estado de diferentes partes del mundo. China inmediatamente empieza a retomar todas sus actividades diplomáticas y está asumiendo también su papel como potencia que es en el plan internacional", indica.

El importante papel que jugó China para el acercamiento entre Arabia Saudí e Irán, dice, es una muestra de que Beijing no solamente propone, sino que toma acciones, y que puede promover la paz con un modelo alternativo al que tiene Estados Unidos.  

"Yo sí creo que está creciendo la influencia de China. Cuando está proponiendo un plan de paz en Ucrania no es porque crea que efectivamente va a servir para que se establezca la paz. Lo que quiere demostrar China es que tiene la suficiente presencia internacional", acota.

"Está pensando más en su imagen a nivel internacional que lo que se pueda hacer efectivamente con ese plan de paz que está planteando".

'Propone, pero no impone'

En la visita que Lula realizó a Beijing a mediados de abril, y en la que fue recibido con honores en el Gran Palacio del Pueblo, el Mandatario brasileño dijo querer mejorar la relación de ambos países para construir una "nueva geopolítica para cambiar la gobernanza mundial".

Asimismo, firmaron el establecimiento de transacciones comerciales directas entre Brasil y China en yuanes, "sin necesidad del dólar".

El mundo nunca había visto este nivel de polarización entre Washington y Beijing, coinciden ambas especialistas.

"Hay quienes dicen tipo Guerra Fría, obviamente no son las mismas condiciones, pero sí hay veces que como que los países se están yendo entre uno y otro lado", explica Escalante.

"Evidentemente, si las tensiones escalan, pues habrá que tomar partido".

En cuanto a América Latina, Connelly reconoce que el comercio con Beijing sí es un factor que atrae a los países de la región.

"Los países, sobre todo de América del Sur y de América Central, sí se están inclinando más hacia China porque China tiene inversiones en sus países", observa.

"China tiene otra forma de negociar con ellos en la que no les está imponiendo que acepten los valores democráticos o el modelo de desarrollo determinado, China propone, pero no impone, y eso es lo que les gusta a estos países. Además, países como Brasil, Argentina, Chile, hemos visto cómo ha funcionado muy bien la relación".

Relación México-China

Con México, sin embargo, ambas especialistas señalan que la relación es complicada.

"Desde el punto de vista comercial y desde el punto de vista geopolítico y político, obviamente México tiene mucha más cercanía con Estados Unidos", resalta Escalante.

"La relación bilateral de México con China siempre ha sido compleja y a veces se minimiza el papel que juega Estados Unidos en la relación de México con China; somos vecinos, somos dependientes comerciales, hay una interdependencia, y somos parte del T-MEC".

Tras cinco años de mandato y a uno de concluirlo, López Obrador no ha sostenido un encuentro con el Presidente chino, pese a que en 2020 dijo que había recibido una invitación por parte de Xi.

"Me invitó también el presidente de China. Iría también más adelante, sí, pero primero a ver qué pasa con lo del tratado comercial para ir a Estados Unidos. Además, está más cerca, en el caso de China está más lejos, tendría ver qué escalas tengo que llevar a cabo, porque es un viaje muy largo", declara en abril de 2020.

Connelly resalta que México y China compiten, no sólo produciendo los mismos productos para el mercado interno sino para terceros.

"Ha sido la relación muy muy diferente, y pues el Gobierno mexicano como que no está tratando de acercarse a China. Hemos visto cómo el mismo Gobierno ha hecho declaraciones en las que se siente más identificado con América del Norte, y en algunos casos ha dicho que sí, que China puede ser una amenaza", destaca.

"Pero en América Latina, los países sí se están acercando cada vez más a China y eso es lo que le preocupa a Estados Unidos".

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