Lo más peligroso del coronavirus es la histeria

Si acaba de cancelar su viaje a Venecia y ordenó su cubrebocas de 19.99 euros de Amazon, qué tal este panorama aterrador: para cuando lleguemos a abril, 50 mil británicos habrán sucumbido a una combinación de enfermedades infecciosas y mal clima. ¿Asustado? Si es así, no te preocupes: sobreviviste. Fue hace dos años. En 2018, la Oficina de Estadísticas Nacionales registró más de 50 mil muertes por el invierno". La explicación, según los funcionarios de salud, fue "la cepa estacional de gripe, la poca efectividad de la vacuna y las temperaturas invernales por debajo de la media", según publicó The Spectator.

El coronavirus (Covid-19) es un virus bastante peligroso, pero no de la manera que te puedas imaginar. Ha infectado más nuestra angustia interna que nuestros sistemas respiratorios. Para el lunes pasado había 79 mil 331 casos confirmados en todo el mundo, sólo 2 mil 69 fuera de China. Ha habido 2 mil 595 muertes en China y 23 en otras partes del mundo. ¿Y la gripe estacional? Según una estimación del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, con sede en los Estados Unidos, ha causado entre 291 mil y 646 mil muertes en todo el mundo en lo que va del año. En otras palabras, si el número de muertes por coronavirus aumenta cien veces en los próximos meses, solo habrá alcanzado la estimación inferior de las cepas de gripe existentes.

¿Cuántos de nosotros usamos cubrebocas debido a la gripe invernal? ¿Cuántos aviones y trenes se cancelan? ¿Se desploma el mercado de valores? Hay alguna justificación para ser más cauteloso con Covid-19 que con la gripe. Sí, ha infectado a una cantidad desconocida de personas y todavía no tenemos una vacuna. Pero sabemos más de ella cada día. Su tasa de mortalidad es de alrededor del 1 por ciento y está matando principalmente a personas con antecedentes de problemas de salud; cualquiera tendría mala suerte de morir por eso.

La histeria por coronavirus ocurre porque confundimos precaución con riesgo. Vemos que las ciudades chinas están cerradas, las personas en cuarentena, la producción de las fábricas detenida, las calles vaciadas (a excepción de algunas personas con máscaras de oxígeno) y lo interpretamos como una señal de peligro grave e inminente. Si China no hubiera tomado medidas tan dramáticas para detener la enfermedad, no estaríamos tan preocupados.