Gran Bretaña y Canadá imponen sanciones contra Bielorrusia

Londres— Gran Bretaña y Canadá impusieron sanciones el martes contra el presidente de Bielorrusia Alexander Lukashenko, su hijo y otros funcionarios de su gobierno en medio de masivas protestas en el país contra resultados electorales denunciados como fraudulentos.

El secretario del exterior británico Dominic Raab declaró que las sanciones se hicieron en una estrategia coordinada con Canadá “a fin de defender los valores democráticos y ejercer presión sobre los responsables de la represión”.

Las medidas británicas incluyen prohibición de ingreso y el congelamiento de bienes sobre ocho individuos miembros del gobierno bielorruso, entre ellos Lukashenko, su hijo Victor Lukashenko e Igor Sergeenko, director de la secretaría presidencial. Canadá aplicó medidas similares.

El ministro de relaciones exteriores de Canadá Francois-Philippe Champagne indicó que su país y Gran Bretaña actuaron coordinadamente a fin de darle mayor peso a las sanciones y “demostrar nuestra unidad en la condena a la situación”.

“Canadá expresa su firme solidaridad con el pueblo bielorruso en su lucha por rescatar los derechos humanos y la democracia”, señaló Champagne.

El gobierno británico expresó que Lukashenko, quien ha gobernado Bielorrusia con puño de hierro desde hace más de 26 años, es el primer gobernante extranjero en ser sometido a sanciones punitivas desde que comenzó un programa de defensa de derechos humanos en julio.

“Hoy, el Reino Unido y Canadá envían un claro mensaje al imponer sanciones contra el régimen violento y fraudulento de Alexander Lukashenko. No aceptamos el resultado de esta falsa elección”, afirmó Raab en un comunicado.

“Algún día rendirán cuentas los responsables de la violencia contra el pueblo bielorruso, y defenderemos nuestros valores de democracia y derechos humanos”, añadió.

La oposición bielorrusa considera ilegítimas las elecciones del 9 de agosto en las que Lukashenko supuestamente obtuvo el 80% de los votos y ganó un sexto período presidencial. Las protestas exigiendo su salida han seguido por más de siete semanas.