Aplicaciones de Facebook cayeron; el mundo vio cuánto funciona con ellos

En México, los políticos fueron separados de sus electores. En Turquía y Kenia, los comerciantes no podían vender sus productos. Y en Colombia, una organización sin fines de lucro que usa WhatsApp para conectar a las víctimas de violencia de género encontró su trabajo deficiente.

“Debido a que tenemos un equipo de campo, pudimos mitigar algunos de los riesgos más serios que presenta la interrupción de hoy”, dijo Alex Berryhill, director de operaciones digitales del grupo Cosas de Mujeres. “Pero ese podría no haber sido el caso de cientos de otras líneas directas en todo el mundo. Hoy fue un gran recordatorio: las tecnologías son herramientas, no soluciones".

La interrupción de Facebook de este lunes fue una demostración a escala planetaria de cuán esenciales se han vuelto los servicios de la compañía para la vida diaria. Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger han sido durante mucho tiempo más que una forma de chatear y compartir fotos. Son plataformas críticas para hacer negocios, gestionar la atención médica, impartir clases virtuales, realizar campañas políticas, responder a emergencias y mucho, mucho más.

En algunas partes del mundo en desarrollo, el costo de la interrupción de Facebook fue particularmente agudo. En India, América Latina y África, sus servicios son esencialmente Internet para muchas personas, casi un servicio público, generalmente más barato que una llamada telefónica y del que se depende gran parte de las comunicaciones y el comercio de la vida diaria.

En México, muchos periódicos de pueblos pequeños no pueden pagar las ediciones impresas, por lo que publican en Facebook. Eso ha dejado a los gobiernos locales sin una salida física para emitir anuncios importantes, por lo que ellos también han recurrido a Facebook, dijo Adrián Pascoe, consultor político.

Un municipio para el que Pascoe está consultando no pudo presentar sus nuevos servicios este lunes porque el sitio estaba caído. En cambio, el anuncio tendrá lugar el miércoles, dijo.

Las dos empresas de León David Pérez, incluida Polimatía, que ofrece cursos de aprendizaje electrónico, confían en Facebook e Instagram para comercializar sus productos. El departamento de atención al cliente se ejecuta en WhatsApp.

"La forma en que funcionan las empresas ha sido un cambio loco en los últimos 20 años", dijo David. “Entonces, no teníamos una comunidad en línea. Ahora estamos hiperconectados, pero dependemos de algunas empresas de tecnología para todo. Cuando WhatsApp o Facebook están caídos, todos los estamos".