Adolescentes hartas de maltratos matan a su padre mientras dormía

Moscú.- Una tarde el verano pasado, Mikhail Khachaturyan decidió que la sala de su casa no estaba lo suficientemente ordenada, por lo que convocó a sus tres hijas adolescentes una por una y las roció con spray de pimienta.

De acuerdo con los registros judiciales, esa tarde en la casa de Khachaturyan las hermanas, Maria, Angelina y Krestina, decidieron que ya no podían soportar la violencia y el abuso. Esperaron hasta que su padre se quedara dormido en su mecedora y lo atacaron con un cuchillo de cocina y un martillo. Khachaturyan intentó defenderse, pero murió a los pocos minutos.

Las hermanas, quienes ahora tienen 18, 19 y 20 años, fueron acusadas el mes pasado de asesinato premeditado, en un caso que ha provocado indignación sobre la forma en que el sistema de justicia ruso maneja los casos de violencia doméstica y abuso sexual.

Más de 200 mil personas han firmado una petición en línea instando a los fiscales a retirar los cargos de asesinato, que podrían conllevar a que las hermanas enfrenten una sentencia de hasta 20 años en la cárcel.

Presionado por grupos familiares conservadores, el presidente Vladimir Putin firmó en el 2017 una ley que despenaliza algunas formas de violencia doméstica, que no tienen una definición fija en la legislación rusa. La policía rutinariamente se hace de la vista gorda a los casos de abuso doméstico, mientras que las medidas preventivas, como las órdenes restrictivas, no son aplicables, o simplemente son inexistentes.

Los abogados de las hermanas Khacharutyan dicen que las jóvenes fueron empujadas al límite.

“El primer día que nos conocimos”, dijo la abogada de Krestina, Alexei Liptser, “ella me dijo que está mejor aquí, en la cárcel, que viviendo en casa con su padre”.