Tras el fin del Título 42, se vieron escenas de zozobra y cansancio en la frontera

Nueva York.- Julia Hermosa Gamara, su esposo y su hija de 13 años corrieron a través de los juncos y arbustos a lo largo del lado mexicano de la frontera con Arizona, corriendo lo más rápido que pudieron para cruzar el río Colorado y entrar a Estados Unidos antes del que Título 42 expirara.

Llegaron al muro fronterizo unos minutos tarde. Mientras esperaban un autobús que los llevara a ellos y a otras cinco docenas de migrantes bajo custodia, Gamara, de 49 años, se preocupó porque se les había pasado la ventana y los enviarían de regreso. La administración de Biden ha dicho que cualquier persona que llegue sin usar un camino legal se presume que no es elegible para asilo.

“Nos van a deportar”, dijo Gamara, llorando y sosteniendo la mano de su esposo. “No nos van a dejar entrar”.

La familia dijo que huían de la violencia y las amenazas de muerte en la ciudad peruana de Ayacucho, donde las fuerzas de seguridad mataron recientemente a manifestantes. Gamara dijo que su padre había sido asesinado por guerrilleros en la década de 1980 y que le preocupaba que su familia fuera atacada si los enviaban de regreso a Perú.

“Tuvimos que dejar todo, todo, todo, todo”, dijo. “Si volvemos, nos matarán”.

La expiración a medianoche del Título 42 fue mayormente tranquila, con algunos cruces tardíos y funcionarios estadounidenses preparándose para lo que podría ser un aumento drástico de personas que intentan ingresar a Estados Unidos a medida que pasan las horas o los días.

Aquí hay algunas escenas a la medianoche a lo largo de la frontera:

En el Puente Internacional McAllen-Hidalgo que conduce a Texas, los funcionarios fronterizos estaban listos, algunos de ellos con cascos y equipo antidisturbios. Un pequeño grupo de inmigrantes cansados se alinearon frente a ellos, incluido un niño pequeño en los brazos de su padre. Un niño que sostenía una botella de Gatorade miró a los oficiales.

Aproximadamente 30 minutos después de la expiración de la orden, cerca de la frontera de California con Tijuana, un patrullero fronterizo trajo un nuevo grupo de migrantes al campamento de Tijuana, probablemente personas recogidas a lo largo de la frontera. Un agente entregó mantas a las jóvenes que salían de la camioneta. Poco después, la gente del campamento se acomodó para pasar la noche, envolviéndose bien en mantas para protegerse del frío.

Poco después de que expiró el Título 42, Brayan Piar de Venezuela caminó con otros migrantes hacia el centro de procesamiento improvisado del Departamento de Seguridad Nacional en Brownsville, Texas. Sus pantalones todavía estaban mojados con barro mientras cojeaban a lo largo del dique oscuro, celebrando su llegada mientras los agentes de la Patrulla Fronteriza los conducían bajo costudia.