Se complican esfuerzos para persuadir a no vacunados

Estados Unidos— Las personas vacunadas han estado quemando las líneas telefónicas en el centro de salud comunitario en la zona rural de Franklin, Luisiana, clamando por la vacuna de refuerzo de Covid recién autorizada.

Pero solo unas pocas personas han venido para recibir sus dosis iniciales, a pesar de que la tasa de vacunación completa en el área todavía es apenas del 39 por ciento.

La dicotomía ilustra uno de los problemas más frustrantes que enfrentan los funcionarios de salud pública en esta etapa de la pandemia: casi todos los adultos elegibles que permanecen sin vacunar en los Estados Unidos son negacionistas acérrimos, y la llegada de los refuerzos los están haciendo dudar todavía más. En la encuesta de seguimiento de vacunas de septiembre de la Kaiser Family Foundation, el 71 por ciento de los encuestados no vacunados dijeron que la necesidad de refuerzos indicaba que las vacunas no estaban funcionando.

De alguna manera, el panorama de las vacunas contra el Covid refleja un gran progreso: millones de reductos han decidido vacunarse en los últimos dos meses, muchos presionados en el último minuto por mandatos o la ansiedad por la variante Delta altamente transmisible. La disminución de casos nuevos recientemente en muchos estados es otro marcador del éxito de las campañas de vacunación, dijeron funcionarios de salud pública.

Pero millones de adultos no están obligados por mandatos. Los expertos en el comportamiento de las vacunas temen que el país se esté topando con el techo de personas persuasibles, uno que es significativamente más bajo que el umbral necesario para una amplia inmunidad a la variante Delta y, posiblemente, a variantes futuras también.