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Estados Unidos
martes, 23 febrero 2021 | 12:48
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La administración califica la operación SolarWinds, que pirateó agencias gubernamentales y empresas privadas, como "indiscriminada" y potencialmente "disruptiva". Eso permitiría a los funcionarios afirmar que la piratería rusa no fue equivalente al tipo de espionaje que también realiza Estados Unidos, y sancionar a los responsables de la operación.
Los funcionarios también están desarrollando medidas defensivas destinadas a dificultar que Rusia y otros adversarios sofisticados comprometan las redes del sector federal y privado, dijeron los funcionarios, varios de los cuales hablaron bajo condición de anonimato debido a la sensibilidad del asunto.
Parte de la respuesta de la administración también será una declaración más fuerte que la que la comunidad de inteligencia publicó en enero, diciendo que Moscú "probablemente" estaba detrás de la operación SolarWinds. Un funcionario de la Casa Blanca dijo la semana pasada que la campaña rusa afectó a nueve agencias gubernamentales estadounidenses y a unas 100 empresas privadas.
Pero el objetivo de las diversas medidas, dijeron los funcionarios, es transmitir un mensaje más amplio de que el Kremlin, durante años, ha utilizado herramientas cibernéticas para llevar a cabo una serie de acciones hostiles a los intereses de Estados Unidos y sus aliados: interferir en las elecciones, apuntar investigación de vacunas contra el coronavirus y creación de una atmósfera permisiva para los piratas informáticos criminales que, entre otras cosas, han ejecutado malwares que han interrumpido las instalaciones de salud pública estadounidenses.
En un discurso en la conferencia de seguridad de Munich, la semana pasada, el presidente Biden dijo que “abordar la imprudencia rusa y la piratería informática en las redes de Estados Unidos, y en toda Europa y el mundo, se ha vuelto fundamental para proteger nuestra seguridad colectiva".
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