Podría inflación asegurar derrota de demócratas

Si los demócratas pierden el control del Congreso en el mes de noviembre, sería certero decir que la inflación será la principal razón de su derrota.

Los precios al consumidor han aumentado en un 7.5 por ciento respecto al año pasado —siendo el índice más rápido en 40 años. El porcentaje de aprobación del presidente Biden es sólo del 41 por ciento, de acuerdo al sondeo más reciente de CNN, y se duda que esos números sean una coincidencia.

Los alimentos y la gasolina son más caros y los votantes están molestos por eso.

Aunque los demócratas han tenido problemas para enviar un mensaje consistente sobre la economía, los republicanos han sido disciplinados. Desde la primavera, han colocado la inflación al centro de su discurso de reelección ante los votantes. Y eso no ha sucedido por accidente.

Todo empezó, en menor grado, en el supermercado.

A principios del año pasado, la representante Elise Stefanik de Nueva York, quien entonces estaba haciendo campaña para convertirse en la tercera republicana más importante de la Cámara, empezó a notar que los precios de la fruta, tocino, leche y huevos estaban aumentando.

En ese momento, los economistas estaban debatiendo si el plan de rescate de Biden podría provocar una espiral inflacionaria.

La Casa Blanca y la Reserva Federal lo refutaron, insistiendo en que la inflación era un fenómeno “transitorio”. Sin embargo, Stefanik tuvo una corazonada.

Stefanik tropezó con un tema importante y no sólo en las urnas. Ella cerró filas con sus colegas alrededor de un nuevo mensaje económico mientras buscaba desbancar a la representante Liz Cheney de ese liderazgo.

Los economistas aseguran que no hay mucho que Biden pueda hacer para detener la inflación en este momento, y está a punto de hacerle un llamado a la Reserva Federal para que aumente las tasas de interés.