Memorándums muestran indicios del enfoque de Trump en el 6 de enero

Nueva York.— Quince días después del Día de la Elección del 2020, James R. Troupis, un abogado de la campaña de Trump en Wisconsin, recibió un memorándum estableciendo lo que se convertiría en la razón de una audaz estrategia: incluir boletas alternas de electores en estados en donde el presidente Donald J. Trump estuvo tratando de anular su derrota.

El memorándum, que fue enviado por otro abogado de nombre Kenneth Chesebro, no sería la primera vez que los abogados y aliados de Trump sopesaron la posibilidad de nombrar a sus propios electores con la esperanza de que pudieran tener éxito cambiando el resultado de estados clave a través de los recuentos y demandas sin fundamento afirmando un fraude generalizado.

Sin embargo, el memorándum del 18 de noviembre y otro que fue enviado tres semanas después es uno de los esfuerzos iniciales conocidos para poner en papel las propuestas para preparar electores alternos.

Eso ayudó a moldear una estrategia crucial que Trump podría adoptar con profundas consecuencias para él y para el país.

Los memorándums muestran que durante más de dos semanas después del Día de la Elección, la campaña de Trump estuvo buscando comprar más tiempo para deshacer los resultados.

En el centro de la estrategia estaba la idea de que su fecha límite real no era el 14 de diciembre cuando los electores oficiales serían escogidos para reflejar el resultado en cada estado, sino el 6 de enero cuando el Congreso se reuniría para certificar los resultados.

Y al enfocarse en el 6 de enero se convertió en una campaña de presión contra el vicepresidente Mike Pence para aceptar la validez de un desafió a los resultados e impedir que el Congreso reconociera la victoria de Joseph R. Biden —una campaña que también dio lugar a un violento ataque al Capitolio por los simpatizantes de Trump y una extraordinaria ruptura en la política estadounidense.