Diario
Estados Unidos
miércoles, 25 diciembre 2019 | 15:12
Doral, Florida.- Era la hora feliz en el Trump National Doral Miami, el resort que es el más importante generador de dinero en el portafolio empresarial del presidente Trump.
Sin embargo, durante alguna noche entre semana en el mes de noviembre, sólo unos cuantos clientes se encontraban en el bar del resort y en su lujoso restaurante de carnes. Las mesas iluminadas con velas estuvieron vacías toda la noche.
El Doral --- que Trump propuso como el lugar en donde podría llevarse a cabo la reunión del G7 del próximo año, antes de retractarse en medio de una intensa crítica --- es emblemático en la presión financiera que ha tenido Trump desde que ganó la Casa Blanca hace tres años.
Sus hoteles de alto perfil se han convertido en campos de batalla en las guerras partidistas que han disminuido su ocupación y las han involucrado en problemas constitucionales acerca de la habilidad que tiene el presidente para poseer y administrar un negocio mientras está en la presidencia.
Sin embargo, 1 mil 300 millas costa arriba, una torre de 43 pisos que se encuentra en la Sexta Avenida en Midtown Manhattan, cuenta una historia diferente acerca del estado que guarda la Organización Trump.
El edificio, que es propiedad parcial de Trump, no lleva su nombre, no ha generado protestas y nunca ha acaparado la atención del presidente en Twitter.
Sus ingresos, que provienen de la renta de oficinas, están aumentando, como parte de una tendencia en la que sus edificios comerciales están compensando mayormente la disminución de sus hoteles.