Negocian senadores y Casa Blanca para finalizar proyecto de infraestructura

Washington—Los senadores y la Casa Blanca estaban enfrascados en intensas negociaciones el lunes para salvar un acuerdo de infraestructura bipartidista, con la presión en aumento de todas las partes para concluir las conversaciones y mostrar avances en la principal prioridad del presidente Joe Biden.

A pesar de semanas de discusiones a puerta cerrada, los senadores del grupo bipartidista superaron la fecha límite fijada el lunes para un acuerdo sobre el paquete de casi un billón de dólares. En su lugar, se encontraron con serios obstáculos en las carreteras. Se preguntó cuánto se gastaría en transporte público e infraestructura de agua y si se requeriría el nuevo gasto en carreteras, puentes, banda ancha y otros proyectos para cumplir con los requisitos salariales federales para los trabajadores. También están en desacuerdo sobre el uso de fondos de Covid-19 para ayudar a pagarlo.

El negociador republicano, el senador Rob Portman de Ohio, quien tomó la iniciativa en conversaciones clave con un importante asesor de la Casa Blanca, insistió en que el grupo bipartidista estaba "progresando".

"Esto va en la dirección correcta", dijo Portman a los periodistas en el Capitolio. "Es un proyecto de ley grande y complicado".

Biden adoptó un tono igualmente optimista y les dijo a los periodistas en la Casa Blanca que seguía siendo optimista acerca de llegar a un compromiso.

Esta es una semana crucial después de más de un mes de negociaciones desde que Biden y el grupo bipartidista celebraron por primera vez los contornos del acuerdo bipartidista de casi un billón en junio, y se advirtió a los senadores que podrían mantenerse en sesión este fin de semana para terminar el trabajo.

La Casa Blanca quiere un acuerdo bipartidista para esta primera fase, antes de que los demócratas lo hagan solos para abordar prioridades más amplias en un plan presupuestario más grande de 3.5 billones que

está en la cubierta. Una encuesta reciente de The Associated Press-NORC encontró que 8 de cada 10 estadounidenses están a favor de un mayor gasto en infraestructura, y el paquete actual podría ser una victoria política para todas las partes mientras los legisladores intentan mostrar a los votantes que Washington puede funcionar. Asegurar el proyecto de ley bipartidista también es importante para algunos demócratas centristas antes de participar en la empresa más amplia.

Pero a medida que avanzan las conversaciones, los demócratas ansiosos, que tienen un escaso control de la Cámara y el Senado, se enfrentan a un cronograma para actuar sobre lo que sería una de las leyes más sustanciales en años. El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, quiere avances en ambos paquetes antes del receso de agosto, y les dijo a los senadores que se preparen para una sesión el sábado o el domingo.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el propio Biden "trabajó en los teléfonos todo el fin de semana", y la administración se sintió alentada por el progreso. Pero Psaki reconoció que "el tiempo no es infinito".

Además, Donald Trump emitió un comunicado el lunes en el que menospreciaba a los republicanos del Senado por incluso tratar con los demócratas en materia de infraestructura, aunque no está claro qué influencia tiene. El ex presidente había fracasado en un acuerdo de infraestructura cuando estaba en el cargo.

“Es hora de que todos digan 'sí'”, dijo Schumer al inaugurar el Senado.

Schumer dijo que Trump está "alentando a que todo nuestro sistema político fracase", mientras que los demócratas están "apoyando un acuerdo".

El paquete bipartidista incluye alrededor de $ 600 mil millones en nuevos gastos en proyectos de obras públicas, con un amplio apoyo de republicanos y demócratas para muchas de las ideas propuestas.

Sin embargo, había poco que mostrar el lunes después de un fin de semana agotador de conversaciones, lo que puso el acuerdo en riesgo de estancarse.

Los demócratas y la Casa Blanca habían enviado lo que llamaron una oferta "global" a los republicanos sobre los temas pendientes el domingo por la noche, según un asistente demócrata cercano a las conversaciones y concedió el anonimato para discutirlos.

Pero los republicanos rechazaron las ideas y dijeron que la nueva propuesta intentaba reabrir asuntos que ya habían sido resueltos, según un asistente del Partido Republicano que también concedió el anonimato para discutir las conversaciones privadas.

La senadora Susan Collins, republicana por Maine, dijo que es hora de que Biden se involucre más. "Creo que es imperativo que el presidente indique claramente que quiere un paquete bipartidista", dijo.

Un importante asistente de Biden, Steve Ricchetti, fue elegido para las conversaciones directas cuando Portman envió información a los otros senadores del grupo, dijeron varios senadores.

El senador demócrata Jon Tester de Montana dijo: "Había demasiados cocineros en la cocina".

Si bien gran parte del desacuerdo se ha centrado en el tamaño del gasto en cada categoría, los problemas laborales también han surgido como un punto álgido.

Los demócratas insisten en un requisito de salario prevaleciente, no solo para los programas de obras públicas existentes, sino también para la construcción de nuevas carreteras, puentes, banda ancha y otra infraestructura, según otro republicano al que se concedió el anonimato para discutir las conversaciones privadas.

Al mismo tiempo, la financiación del tránsito ha sido una fuente obstinada de desacuerdo durante los últimos días.

El senador de Pensilvania Pat Toomey, el principal republicano en el Comité Senatorial de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos, que supervisa el transporte público, planteó preguntas sobre el tamaño del aumento de fondos para el transporte. Citó, en parte, el dinero de ayuda federal anterior de COVID-19 que ya se había asignado al transporte público.