Nadie sabe cuántos estadounidenses LGBTQ mueren por suicidio

Nueva York.- Cory Russo, jefa de investigadores sobre muertes en Utah, acostumbra preguntarle a los extraños acerca de los momentos más dolorosos de su vida.

Cuando acude al lugar en donde ocurrió un suicidio, homicidio u otro tipo de muerte inesperada, su trabajo es entrevistar a los dolientes acerca de cómo vivió la persona fallecida.

¿Cuántos años tenía? ¿A qué raza pertenecía? ¿Tenía trabajo? ¿Fue hospitalizado por problemas psiquíátricos? ¿Cómo se sentía esa mañana?

En los últimos años, ella ha agregado nuevas preguntas a la lista: ¿Cuál era su orientación sexual? ¿Cuál era su identidad de género?

Russo, quien trabaja para la Oficina del Forense Médico de Salt Lake City, es una de las pocas investigadoras sobre la muerte en todo el país que rutinariamente recolecta esa información, aun cuando la sexualidad o identidad de género pueden ser relevantes para las circunstancias que rodean la muerte de la persona.

Ella recordó el reciente suicidio de un joven que murió en la casa de adultos mayores.

Durante sus entrevistas, Russo se enteró que el hombre había estado viviendo con ellos durante un año, desde que su familia lo echó de su casa porque era gay. Él tenía problemas con alteraciones emocionales y la adicción.

“Es doloroso escuchar eso”, comentó Russo, quien es lesbiana y ha perdido seres queridos debido al suicidio. “En ese caso, es muy relevante entender esa parte”.

Estudios sobre personas LGBTQ muestran que tienen altos índices de pensamientos suicidas e intentos suicidas, factores que incrementan mayormente el riesgo de acabar con su vida.

Debido a que la mayoría de los investigadores no recolectan información sobre la sexualidad o identidad de género, nadie sabe cuántas personas gay o transgénero mueren por suicidio cada año en Estados Unidos.

La falta de información dificulta diseñar esfuerzos de prevención contra el suicidio y para satisfacer las necesidades de las personas que más están en riesgo y para medir cómo funcionan los programas, dijeron investigadores.