La oleada de cruces de migrantes no es nueva; ¿por qué la frontera está abarrotada?

Nueva York.- El mandato del presidente Biden ha coincidido con un incremento global de la migración, y la presión se ha sentido marcadamente en la frontera sur de Estados Unidos.

Oficiales han atrapado a migrantes que cruzan la frontera sin autorización en más de cinco millones de veces desde febrero del 2021 hasta marzo de este año, de acuerdo a la información disponible más reciente --- siendo la cifra más alta de arrestos en décadas.

Los oficiales esperan una mayor cantidad de personas después que la administración Biden de por terminada la regla de emergencia de salud, conocida como Título 42, que ha sido utilizada en millones de ocasiones para expulsar rápidamente a los migrantes.

Unos 660 mil migrantes esperaban en México a principios de este mes, y están decididos a cruzar a Estados Unidos en los próximos días o semanas, de acuerdo a un análisis de inteligencia del Departamento de Seguridad Interna obtenido por The New York Times.

Los migrantes siguen viajando hacia el norte desde Centroamérica.

Este martes, oficiales fronterizos aprehendieron a más de 11 mil migrantes que cruzaron ilegalmente, de acuerdo a información interna, un incremento de más de 7 mil a 8 mil cruces al día durante la semana pasada.

Raúl L. Ortíz, jefe de la Patrulla Fronteriza, estimó este miércoles que hay de 60 mil a 65 mil migrantes esperando a lo largo de la frontera norte de México.

La frontera y el sistema de inmigración de Estados Unidos no están equipados para manejar a tanta gente. Aunque el cruce ilegal a Estados Unidos se ha convertido para muchos en la única opción, debido a que existen muy pocas maneras legales.

La mayoría de las leyes estadounidenses para refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes data de los años 1980 y 1990. Ninguna ha sido actualizada significativamente para adaptarlas a los desafíos modernos.

Por ejemplo, los límites de visas que permiten trabajar a personas en Estados Unidos están basados en el tamaño de la economía de los años 1990.

Esos límites han permanecidos mayormente iguales, aun cuando la economía ha crecido más del doble.

Además, las instalaciones en la frontera fueron diseñadas para encarcelar a mexicanos que cruzaban ilegalmente en busca de trabajo. El gobierno ha reconocido que no son seguras para retener a niños y otra población vulnerable.

Las leyes en la frontera fueron diseñadas mayormente para migrantes que tratan de evitar ser capturados por las autoridades, no para miles de personas que huyen de crisis humanitarias y que se entregan voluntariamente a los agentes cuando llegan a la frontera, con la esperanza de solicitar asilo.