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Estados Unidos

Enfrentará enormes retos el próximo CEO de Boeing

Los ejecutivos de las aerolíneas tenían años de estar expresando su frustración, incluso antes del incidente con el tapón en Alaska Airlines el 5 de enero

Agencia Reforma

miércoles, 27 marzo 2024 | 20:32

Associated Press | Ejecutivos de aerolíneas y funcionarios gubernamentales vieron con agrado la reestructuración de Boeing

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Nueva York.- Sondeos federales, fábricas descuidadas, aerolíneas enojadas, tensas negociaciones sindicales y problemas en las cadenas de suministro. La crisis de Boeing no terminará cuando David Calhoun deje el cargo de director ejecutivo.

El próximo líder del ícono manufacturero estadounidense tendrá que abordar algunos de los mismos problemas que Calhoun, un veterano director de Boeing, fue contratado para solucionar hace cuatro años cuando el consejo que dirigía depuso a su predecesor.

Boeing dijo el lunes que Calhoun se retiraría a finales de año, aunque se anticipa que lo haga tan pronto como se encuentre su reemplazo. El mayor aliado de Calhoun en el consejo directivo, el presidente del consejo Larry Kellner, también renunciará y el alto ejecutivo de la unidad de aviones comerciales fue reemplazado el lunes.

Ejecutivos de aerolíneas y funcionarios gubernamentales dijeron que acogieron con agrado la reestructuración. El consejo ha comenzado a buscar un nuevo líder. Si bien considerará a ejecutivos internos, enfrenta a la presión de contratar a un externo que pueda solucionar los problemas de calidad que han retardado la producción de los aviones 737 MAX que necesitan las aerolíneas.

"Entienden lo que tienen que hacer", dijo Larry Culp, director ejecutivo de General Electric, a mediados de marzo, cuando se le preguntó sobre Boeing. "Como lo fue para nosotros, hay mucho trabajo por delante".

Culp lo sabe bien. Acaba de pasar cinco años reestructurando GE al independizar unidades de negocio, pagando deudas y agilizando sus fábricas. Pronto supervisará una GE Aerospace reducida, que fabrica motores a reacción que se utilizan en el 737 MAX.

Al fijar la fecha de salida de Calhoun a finales de año, Boeing se dio tiempo suficiente para encontrar un sucesor que la junta espera pueda inspirar confianza en la empresa interna y externamente. Y si surgen otras controversias en Boeing en los próximos meses, Calhoun puede asumir la culpa de ellas en lugar del nuevo director ejecutivo, dijeron los asesores ejecutivos.

La sucesión

La reestructuración anunciada el lunes -después de un conato de tragedia el 5 de enero en un 737 MAX de Alaska Airlines- puso en relieve las deficiencias en los actuales planes de sucesión de la compañía. El consejo directivo de Boeing había redoblado previamente su apuesta en Calhoun, extendiendo su estancia más allá de la edad tradicional de jubilación de 65 años.

Calhoun, que cumplirá 67 años en abril, se había estado preparando para su sucesión y, antes del accidente de Alaska Airlines, había elevado a una de sus lugartenientes, Stephanie Pope, al segundo puesto, convirtiéndola en la heredera aparente. Pero a medida que aumentaron los problemas, Calhoun, Kellner y otros directores discutieron la necesidad de acelerar los cambios de liderazgo, dijeron personas familiarizadas con ellos.

Calhoun había dicho a los directores después del accidente de Alaska que la compañía no tenía un sucesor inmediato para Stan Deal, director de la unidad comercial, manteniéndolo en el cargo por ahora, indicaron personas familiarizadas con el asunto. El nombramiento de Pope para reemplazar a Deal en ese cargo el lunes demostró que el consejo no podía esperar.

Al mismo tiempo, varios directores ejecutivos de aerolíneas solicitaron llevar sus inquietudes directamente al consejo de Boeing, pidiéndoles que detallaran planes para solucionar los problemas de calidad del fabricante, informó The Wall Street Journal la semana pasada. Boeing respondió ofreciendo enviar a Kellner, ex director ejecutivo de Continental Airlines, y otros miembros del consejo directivo a reuniones con CEOs de aerolíneas individuales tan pronto como esta semana.

Esas reuniones ahora contarán con Steve Mollenkopf, quien asumirá el cargo de presidente del consejo de Boeing y liderará la búsqueda del CEO. El ex director ejecutivo de Qualcomm es relativamente nuevo en Boeing, aunque es muy conocido en los círculos de Silicon Valley y Wall Street.

Disputas con Spirit

Calhoun había estado tratando de abordar los problemas de la cadena de suministro de Boeing tomando medidas enérgicas contra los problemas de calidad con el fabricante de fuselajes Spirit AeroSystems. Boeing dijo este mes que dejaría de aceptar piezas de Spirit que tuvieran defectos o problemas.

El tapón de la puerta de Alaska Airlines tuvo que ser abierto cuando llegó a la fábrica de Boeing en Renton, Washington. Los trabajadores de Boeing entonces lo reinstalaron sin los pernos necesarios para mantenerlo en su lugar, señalaron los investigadores. Unos meses más tarde, se desprendió de un avión lleno de pasajeros a 16 mil pies de altura. No hubo víctimas mortales.

Calhoun también está en medio de negociaciones con Spirit para adquirir la empresa. Un acuerdo marcaría un giro de 180 grados a la estrategia de fabricación de Boeing de subcontratar muchos componentes para centrarse en el ensamblaje final. Boeing vendió las fábricas de Spirit en el 2005.

Boeing y Spirit esperaban anunciar un acuerdo tan pronto como esta semana, pero aún no han llegado a un acuerdo, un proceso complicado por el hecho de que Spirit también suministra piezas al principal rival de Boeing, Airbus, según fuentes cercanas.

Solucionar los problemas de Boeing será una gran tarea, dijo a principios de este mes Scott Kirby, director ejecutivo de United Airlines.

"Esta no es una cuestión de 12 meses. Esta es una cuestión de dos décadas", dijo durante una conferencia de inversionistas.

La tensión llegó a un punto crítico a principios de este mes.

El Departamento de Justicia ha estado revisando un acuerdo extrajudicial al que llegó en el 2021 con Boeing después de dos accidentes mortales del MAX y abrió una investigación criminal sobre el accidente de Alaska Airlines. En los últimos días, el FBI se puso en contacto con los pasajeros del vuelo del 5 de enero identificándolos como posibles víctimas de un delito, generando titulares de noticias.

Los líderes sindicales que representan a los trabajadores de Boeing dijeron en los últimos días que exigían un lugar en el consejo directivo por primera vez en los casi 108 años de historia de la compañía, junto con el compromiso de que el próximo modelo de avión se construyera en instalaciones con miembros del sindicato, no en fábricas que Boeing abrió en otros Estados.

Los ejecutivos de las aerolíneas tenían años de estar expresando su frustración -incluso antes del incidente con el tapón en Alaska Airlines el 5 de enero- con los retrasos en las entregas que complicaban la planeación y, en algunos casos, frustraban el crecimiento. Los tipos más pequeños y más grandes de aviones MAX no han sido certificados y no está claro cuándo los aprobará la Administración Federal de Aviación (FAA).

En sus últimos meses en el puesto, el papel de Calhoun probablemente se transformará en el de un encargado interino, ayudando a hacer los preparativos para que un nuevo director general asuma el puesto, dijeron los asesores ejecutivos.

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